Italia pone cifras a su malestar
Nuevas estadísticas dibujan un panorama alarmante sobre los efectos de la crisis en la sociedad italiana
VRoma. Corresponsal
Representan el 23,9% de su franja de edad.
La lengua italiana usa diversos términos para aludir a este drama social y referirse a aquéllos que no tienen trabajo y tampoco lo buscan ni se están formando. Son los scoraggiati y los sfiduciati, la legión de desanimados que asume con pasividad su destino. Frente a ellos están quienes huyen al extranjero, un fenómeno muy en alza entre jóvenes recién salidos de la universidad, Este segmento sí muestra iniciativa, pero supone una dolorosa pérdida de talento para el país.
Ciertas magnitudes económicas no engañan. El poder adquisitivo, por ejemplo, se desplomó en un solo año, el 2012, en un 4,8%. Fue debido, en parte, al incremento de la presión fiscal decidida por el gobierno técnico de Mario Monti para equilibrar las cuentas públicas y cumplir los objetivos europeos. Se trató del cuarto año consecutivo en que los italianos tuvieron que apretarse el cinturón. Este duro ajuste ha hecho que se dispare el número de familias que pasan privaciones. Sobre 9 indicadores de pobreza que maneja el Istat, son ya el 14,2% las familias que presen- enden al mundo más Ferraris pero comen menos carne y pescado. La crisis, en Italia, ofrece chocantes paradojas. El sector exportador de bienes de lujo, esos productos de alta gama que son el orgullo del made in Italy, va viento en popa. Pero esa vitalidad es solo parcial. No compensa el profundo declive en otras áreas económicas y las negras perspectivas de la juventud. Los últimos datos estadísticos trazan un panorama alarmante sobre la caída de nivel de vida y el aumento imparable de quienes sufren o pueden sufrir pronto carencias graves.
Una de las realidades que más inquietan es la de los jóvenes que ni estudian ni trabajan. Son 2,25 millones las personas entre 15 y 29 años en esta situación. Según el instituto nacional de estadística (Istat), Italia ostenta el triste récord europeo de la llamada generación Neet (acrónimo inglés: not in education, employment or training). canzable que para la mitad de los italianos supone tomarse una semana de vacaciones.
Las declaraciones catastrofistas de dirigentes empresariales con alta responsabilidad contribuyen a difundir la sensación de malestar. El actual presidente de la principal patronal –Confindustria–, Giorgio Squinzi, dijo hace pocos días que Italia corre el peligro, si no se toman medidas, de retroceder medio siglo.
Suele suceder en los sondeos que los entrevistados juzguen peor la situación general que la suya individual. Cuando se pide a
P A R A D O J A S
Cae el nivel de vida a pesar del auge del sector exportador de bienes de lujo
T O L E R A N C I A
La crisis no ha causado un aumento de las actitudes xenófobas