Kerry afirma que es la hora de las decisiones difíciles
El plan de paz de la Liga Árabe parece la solución más viable
Jerusalén. Corresponsal
El jueves, el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, aterrizó en Jerusalén. Es su cuarta visita en dos meses para reanudar el proceso de paz encallado desde hace cuatro años. “Ha llegado la hora de las decisiones difíciles”, le dijo al presidente Shimon Peres. Kerry y Peres se verán hoy con el presidente palestino Mahmud Abas en Ammán. Los contactos de las últimas semanas, según han indicado a La Vanguardia fuentes diplomáticas, son más activos que en los últimos años. Peres y Abas hablan por teléfono varias veces por semana, mientras Kerry y el primer ministro israelí Beniamin Netanyahu lo hacen cada dos o tres días. “Los contactos subterráneos y discretos continúan”, afirma el diputado árabe israelí Ahmed Tibi. Netanyahu ha aumentado esta semana la zona de pesca en Gaza hasta las seis millas náuticas.
“Sé que hay escepticismo -admitió Kerry–. En algunos medios hay incluso cinismo, y hay razones para ello. Aquí ha habido años amargos de decepción, pero tenemos la esperanza de que, con método, cautela y paciencia podamos sorprender a la gente”.
De la reunión de Kerry en la Muqata, sede del gobierno palestino, no trascendió nada. Kerry busca que Israel paralice la construcción de asentamientos a cam- bio de que los palestinos no denuncien a Israel ante la Corte Penal Internacional.
El plan de paz árabe, que propone un intercambio de territorios sobre las fronteras de 1968, parece la solución más viable. Es un pacto similar al que Ehud Olmert, entonces primer ministro israelí, presentó a Abas en el 2008. Olmert dibujó un mapa con las máximas concesiones israelíes hasta entonces: Israel se quedaba con los asentamientos de Gush Etzion, Ma'ale Adumim y Ariel (6,3% de Cisjordania) a cambio de ceder el mismo territorio en Afula, Tirat Zvi, Lachhish, el norte de Jerusalén, el desierto de Judea y los alrededores de Gaza. La explanada de las mezquitas de Jerusalén sería palestina y un túnel conectaría Gaza con Cisjordania.
El Likud considera que Olmert cedió demasiado a cambio de nada. Sin embargo, Yitzhak Herzog, líder parlamentario del laborismo, cree que “fue una oportunidad histórica desaprovechada. Espero que, con Kerry en la región, las dos partes entiendan que se vuelve a abrir una ventana de oportunidad”.