Las bicicletas son para Bloomberg
Once candidatos aspiran a suceder a un alcalde de Nueva York que decepciona a la clase media
años necesarios, no se ha sido capaz de desarrollar trabajos tecnológicos, ni de propiciar una atmósfera que atraiga a Silicon Valley”.
Si a esto se suma el problema del gasto, de que el presupuesto municipal se ha doblado bajo el gobierno Bloomberg y que los impuestos se han encarecido para afrontar unos servicios recortados, se entiende que Anthony Weiner haya irrumpido esta semana en la carrera sucesoria como el candidato número once “en defensa de la clase media”.
¿Weiner? Sí, el mismo que hace un par de años tuvo que renunciar a su escaño en el Congreso después de enviar a sus admiradoras en Twitter fotografías suyas de torso desnudo y con una evidente erección bajo los calzoncillos. El mismo. Pide una segunda oportunidad, una vez sometido a tratamiento psicológico y que su esposa –Huma Abedin, que es como una segunda hija de los Clinton y estrecha colaboradora de Hillary en el departamento de Estado–, no sólo le ha perdonado, sino que ha sido la principal alentadora del regreso.
Pese a que el 49% de los neoyorquinos están en contra de su candidatura –es uno de los siete demócratas, que tendrán primarias en septiembre–, los sondeos le han colocado en segundo lugar, con un 15%, sólo por detrás de su colega de filas, Christine Quinn, actual portavoz en el consistorio, que cuenta con un 25%.
Que a Weiner le ensombrezca su pasado no es una excepción. Quinn, que podría ser la primera mujer, y abiertamente lesbiana, en lograr el cetro, confiesa que en su juventud sufrió bulimia y pasó por un proceso de desintoxicación por su alcoholismo.
A Bill de Blasio le han torturado los tabloides por el pasado lésbico de su esposa. A John Liu, el interventor municipal, le persigue un escándalo de corrupción de algunos colaboradores, y a William Thompson, la sombra de la derrota que sufrió hace cuatro años. El republicano Joseph Lhota ha reavivado el miedo terrorista al lanzar su ideario con un vídeo en el que se le ve a él con su exjefe, el alcalde Giuliani en plena crisis del 11-S.
Si Arzt descarta el éxito de Weiner –las votantes le rechazarán–. Gelinas le da opciones. “Tiene una oportunidad porque los ciudadanos no encuentran al candidato óptimo en toda esa lista”.
El excongresista y exhibicionista criticó el bicing al surgir la idea, en el 2010. Ahora dice que a él también le gusta pedalear.