Xbox One, consola y algo más
Microsoft presenta su nueva apuesta para entrar en competencia con la futura Playstation 4 de Sony
Barcelona
n los últimos años, la clásica batalla de las videoconsolas se ha diluido. La aparición de nuevas plataformas para jugar a muchos títulos comerciales a través de smartphones y tabletas –proyectados incluso a la televisión– había restado cierto protagonismo a los dispositivos dedicados al juego de forma exclusiva. El letargo, por fin, se ha acabado. Microsoft ha presentado esta semana su nueva Xbox One, que probablemente no llegará a las tiendas antes de la próxima campaña navideña, pero que la compañía de Redmond exhibe ante la también cercana presentación de una de sus grandes rivales: la futura PlayStation 4 de Sony.
EReconocimiento de voz, un Kinect mejorado y centro multimedia, pilares del nuevo dispositivo
La nueva generación de la videoconsola de Microsoft aporta muchas novedades respecto a su antecesora, la Xbox 360, que ha tenido un ciclo de vida largo –de siete años– y ofrece algunas tendencias de futuro que quizás disgusten a más de un gamer. Para empezar, no admitirá los juegos de la consola anterior. También ha sido criticado por muchos usuarios que la conexión a internet será necesaria en determinados momentos si lo requiere el fabricante del videojuego. Además, los juegos deberán instalarse en el disco duro de la consola (500 GB) y se deberá introducir un código para evitar la piratería. Este sistema no impedirá que funcione el mercado de segunda mano del videojuego usado, pero Microsoft no ha explicado todavía cómo lo aplicará.
Más allá de las críticas, la Xbox One ofrece prestaciones que hacen que a muchos aficiona- dos a los videojuegos se les haga la boca agua. Uno de los pilares de la consola es el sistema Kinect, que llega en una nueva versión mejorada a la hora de detectar el movimiento y los gestos de los jugadores para prescindir de unos mandos clásicos que, no obstante, también tiene.
Entre las novedades más destacables de la Xbox One está su capacidad para reconocer la voz de cada usuario. Por este sistema se puede encender la consola, navegar por sus menús y acceder a contenidos como películas o series. El dispositivo de Microsoft se ha planteado esta vez más como un supercentro de ocio que como un aparato que sólo sirve para los videojuegos.
Microsoft quiere llegar al salón de casa con una oferta de entretenimiento global y ofrece servicios muy populares en Estados Unidos, como el canal por cable HBO o la plataforma de alquiler de películas Netflix. La Xbox One lleva también Skype para mantener videoconferencias.
Microsoft también ha incluido en la Xbox, de la que todavía no se conocen los precios, un reproductor de Blu-ray. La llegada de esta máquina, junto a la presentación en junio de la PlayStation 4, reabrirá el debate sobre la lucha de las marcas por el salón de casa, en el que siempre se evoca, aunque no se ha manifestado aún, el sistema de entretenimiento de Apple en el que trabajó Steve Jobs antes de morir.
Para alcanzar todos sus objetivos de entretenimiento (el videojuego y los contenidos multimedia), la Xbox es, en realidad, dos máquinas en una. De sus 8 GB de memoria, dedica 5 GB a los juegos y 3 GB a las otras aplicaciones. Un procesador de 64 bits y 8 núcleos de AMD completan unas prestaciones sobresalientes. Antes del lanzamiento, Microsoft presentará algunas de las nuevas versiones de los mejores títulos de videojuego. El primero ha sido la nueva entrega de un clásico perenne: Call of duty.
De momento, la batalla empieza así: Microsoft ha vendido 76 millones de Xbox 360, frente a los 100 millones de la Wii de Nintendo y los 70 millones de la PlayStation 3 de Sony.