Tras la insurrección
BORUCH SPIEGEL (1920-2013)
BSuperviviente del gueto de Varsovia oruch Spiegel no nació para ser un héroe. Su retrato a los 19 años muestra a un joven de ojos grandes y semblante bondadoso. Las circunstancias forzaron a aquel chico corriente a hacer cosas extraordinarias que precisaban arrojo y carácter, explicó Julius, su único hijo varón. Spiegel no sólo participó en la heroica insurrección del gueto de Varsovia, sino que sobrevivió. Una rareza.
Julius, el hijo de Boruch, nació en Suecia tras la guerra. Sus padres habían emigrado desde su Polonia natal al terminar el conflicto. Ella, de soltera Chaika Belchatowska, quería continuar viviendo en Polonia, pero él no veía futuro para los judíos en aquella tierra en que tantos de los suyos, incluido sus padres, sus dos hermanas y su hermano mayor, Beryl, habían perdido la vida.
Beryl y Boruch habían huido de Varsovia hacia Byalistok, en el este del país, en septiembre de 1939, cuando los alemanes invadieron Polonia. Desde allá regresaron a la capital para evacuar al resto de la familia, pero no lo lograron. La puerta de su piso en
Tras la heroica lucha del gueto participó en el levantamiento armado de Varsovia contra los alemanes
Varsovia era de acero y eso impidió que las patrullas alemanas se los llevaran en un primer momento. Boruch y su hermano estaban vinculados al Bund, el partido socialista judío fundado a finales del XIX y muy activo en el occidente del imperio ruso. En Varsovia ambos se organizaron en la estructura clandestina del partido y perdieron contacto primero con su familia y luego entre sí.
Boruch fue apresado y el rastro de Beryl se perdió para siempre. Llevado a un campo de trabajo esclavo, el joven escapó y fue al gueto de Varsovia, donde los alemanes confinaron hasta 400.000 judíos. Dentro del perímetro cerrado pero no impermeable, muchos morían de ham- bre y enfermedad, mientras en el resto de la ciudad los polacos mantenían una vida relativamente normal en la ocupación.
En enero de 1943, unos 300.000 judíos del gueto habían sido transportados por los alemanes al campo de Treblinka para su exterminio. Las dos organizaciones secretas que operaban en el gueto, una de ellas vinculada al Bund, decidieron enfrentarse y morir con más dignidad. Mal armados, hambrientos, desabastecidos y sin apenas munición, plantaron cara a los alemanes, mataron a algunos de ellos y les arrebataron sus armas. El 19 de abril, los alemanes regresaron más organizados, con tanques y artillería, para limpiar el gueto demoliendo uno a uno sus edificios a cañonazos y sacar a los resistentes literalmente de debajo de las piedras rociando con lanzallamas sótanos y cloacas. “Era como luchar contra un ejército bien armado con cohetes de feria”, explicaría Boruch Spiegel.
Aquel 19 de abril Boruch estaba de guardia y se dice que fue él quien dio la voz de alerta cuando llegaron los alemanes. En total eran unos 700 hombres y mujeres resistiendo. Los tiroteos duraron más de un mes, una especie de milagro. Cuando los alemanes llegaron al número 18 de la célebre calle Mila, donde se encontraba uno de los puntos de mando de la resistencia del gueto, encontraron a algunos de sus responsables muertos pues optaron por suicidarse antes que rendirse.
Boruch y su futura mujer, Chaika, escaparon con algunos resistentes más por las alcantarillas, lograron llegar al sector normalizado de la ciudad ocupada e incluso les quedó energía para tomar parte meses más tarde en el levantamiento armado polaco de Varsovia contra los alemanes de agosto/septiembre de 1944, que concluyó con el aplastamiento de la resistencia y nuevas huidas por alcantarillas cuando las tropas soviéticas ya estaban muy cerca del distrito varsoviano de Praga, en la otra orilla del Vístula.
Desde Suecia, el matrimonio Spiegel emigró con su hijo Julius a Canadá. Ella murió en el 2002. Él, uno de los últimos resistentes vivos del gueto, falleció el 9 de mayo en Montreal a los 93 años.
RAFAEL POCH