El Primavera bate récord de asistencia
Dexys, Wu-tang Clan y Nick Cave & The Bad Seeds destacan en la clausura
El Primavera Sound vuelve a batir récords, incluso antes de bajar el telón de sus actividades oficiales. Aunque hoy domingo aún esté programados una sesión matinal en el parque de la Ciutadella y un par de conciertos en el Barts y en la sala Apolo, ayer por la tarde –antes de que comenzasen los conciertos potentes de la jornada– se anunciaba que la edición de este año ha batido el récord de asistencia, con 170.000 personas contabilizadas. En estos se cuen-
E L D A T O
Los conciertos de dentro y fuera del Fòrum reunieron a 170.000 personas
E L R E G R E S O
Kevin Rowland y sus Dexys ofrecieron un concierto magistral y de concepción teatral
tan los asistentes a los cuatro días de conciertos en el parque del Fòrum y a los de las actividades del llamado Primavera a la Ciutat.En total, 235 actuaciones se ofrecerán cuando hoy finalice el certamen.
Los organizadores reconocieron que les era imposible calcular el impacto económico del evento en Barcelona, pero si hace dos años se cifró en 65 millones de euros ese impacto “ahora tendríamos que añadirle un 10 o 15 por ciento”. En la edición de hace un año, el dato ascendió a 150.000 asistentes. Asimismo, también se ofreció información sobre la composición del público asistente; así un 42 por ciento ha sido extranjero (un siete por ciento más que la edición anterior), con una presencia encabezada por Gran Bretaña y seguida de Francia, Italia, países nórdicos y Estados Unidos (con su mayor porcentaje hasta la fecha). El 20 por ciento de los aficionados proceden del resto de España.
La buena salud, pues, del macrocertamen de música independiente parece confirmada, a pesar de la situación de crisis y muy especialmente del aumento del IVA en el precio de las entradas. Los guarismos optimistas se extienden también el ámbito profesional, tal como muestran los casi 2.000 inscritos en el PrimaveraPro, que supone un incremento del 42 por ciento.
Musicalmente la jornada tenía algunos platos especialmente sólidos y apetitosos, dependiendo también de la adscripción estilística del aficionado. La legendaria banda estadounidense Wu-Tang Clan, que debutaban en el festival con su formación prácticamente original, venía a explicar de forma contundente el por qué está considerada eslabón indispensable de la eclosión y consolidación del hip-hop urbano y combativo. El australiano Nick Cave, por su parte, regresaba a la cita barcelonesa al frente de los Bad Seeds, posiblemente la banda que mejor traslada al estudio y al directo la no siempre sencilla personalidad artística de su líder. Lo hacía para presentar un suculento álbum que lleva unos meses en el mercado pero que muestra a un compositor y a una banda sorprendentemente atemperadas. En principio, claro. porque al subirse sus biorritmos cambian.
A la ya conocida cancelación del concierto que iba a ofrecer Rodríguez por razones de cansancio físico, por la mañana se conoció la suspensión de la actuación de la Band of Horses, a conse- cuencia de la imposibilidad del grupo de llegar a España debido a los tornados que asolan la zona de Oklahoma de donde es natural la magnífica banda. Ambas citas iban a tener lugar a las nueve de la noche, la hora en que quien no falló fue Dexys, el polifacético grupo de Kevin Rowland que has- ta no hace mucho respondía por el mucho más conocido (y casi legendario) nombre de Dexys Midnight Runners.
Su presencia había levantado expectación en su parroquia, una amalgama de aficionados algo alejada del perfil típico del militante primaveral, fashionista y pendien- te de lo último. Hace un año había regresado a los estudios de grabación para deslumbrar con su obra posiblemente más autobiográfica, One day i’m going to soar, un álbum con guión y descomunales canciones, que ofreció ayer generosamente en un Auditori Rockdelux lleno. Un concier-