Dos dimensiones
Solista: María Espada, soprano Director: Pablo González Lugar y fecha: L’Auditori (24/V/2013)
JORGE DE PERSIA Penúltimo concierto de la OBC de la temporada, que ha de enfrentar la siguiente de forma esperanzadora y con propuestas que hablan de trabajo más a fondo. Es evidente que el público quiere obras importantes en programa, sin despreciar las novedades. Es un público inquieto, crítico, sensible, que se mueve por sus gustos o preferencias. Y hay que subrayarlo: pasan por allí en estas tres funciones unos 5.000 espectadores.
A veces entre el concierto del viernes y el del domingo hay diferencias de eficacia que pueden depender de ensayos o de tener un buen o mal día; pero en el fondo están las versiones de tal o cual obra, que conecta con diferentes sensibilidades, y que depende de la propuesta de trabajo, lo que señala el perfil del director. Y este concierto que fue sumamente correcto y con momentos de buena factura, como el famoso adagio de la Sinfonía nº 4 de Mahler, y la estupenda participación de la soprano María Espada, no gozó de esa tan necesaria dimensión de la obra, que es la profundidad expositiva, la intensidad de algunas frases que en Mahler muestran a veces un perfil contradictorio.
Incluso en la fantástica escritura de los fragmentos de Peter Grimes de Britten que abrieron el concierto se exhibe también esa doble dimensión que sólo puede ir unida: la atracción por la superficie, por el juego tímbrico o melódico y el potente entramado interior, en donde muchas veces residen aspectos expresivos sustanciales. Muy buena participación de la viola Fitzpatrick y en general los vientos, aunque algún desajuste en la rítmica stravinskiana y una cuerda que acertó en lo pedido. Mahler dijo su discurso, pero se quedó en una palabra algo llana.