El otro título que perdió Florentino
Sin un título de gran valor conseguido en el terreno de juego del que poder vanagloriarse, despidiendo al entrenador que, según él y muchos otros, tenía que marcar el camino de la victoria durante un largo ciclo, Florentino Pérez ha intentado de forma infructuosa compensar todos los malos resultados de la temporada pasada con su talonario. Ya sabemos que todo el mundo tiene un precio, y mucho más en tiempos de crisis económica. Y que hasta se puede vestir la estatua de Colón en Barcelona con una camiseta azulgrana por 100.000 euros ante el repicar de los pericos que se han sentido ofendidos porque el polémico hecho se ha producido precisamente a pocos días del derbi ciudadano. Sabedor de todo eso porque él ha sido un señor bendecido por la diosa fortuna, el presidente del Real Madrid, una vez liquidó a Mourinho y anunció la convocatoria de elecciones a la presidencia, se lanzó a la desesperada con el talonario en la mano en busca de un título que ofrecer a su afición: quitarle al Barça el fichaje de Neymar.
Apostó fuerte el presidente del Real Madrid. Algunos dirán que lo único que pretendía era encarecer el precio al Barça, pero el Santos, el equipo vendedor de Neymar, reconoció que el Madrid ha pujado y mucho. Quería a Neymar para ofrecerlo en su campaña hacia la reelección, aunque no lo necesita porque se presentará él solo. Y ahí sí ganará por goleada. Pero pretendía otro golpe moral como el que consiguió en el 2000 cuando llenó los ojos de Luis Figo de pesetas, pagó por él 10.000 millones, unos 60 millones de euros, y el entonces capitán del Barça abandonó al club azulgrana para vestir de blanco.
Esta vez, sin embargo, Florentino se ha encontrado con otro tipo de gallo y con un jugador más fiel a su palabra y que se abraza a sus deseos. Neymar fue convencido hace año y medio por el presidente del Barça, Sandro Rosell –un enamorado del fútbol brasileño– para jugar en el Camp Nou con el mejor equipo español. Poco a poco se ha ido sembrando la semilla del deseo por jugar en el Barça en el crack que en su país han catalogado como el nuevo Pelé. Ha hecho declaraciones respetando la jerarquía de la joya de la corona (Leo Messi), y en las próximas horas confirmará que si hay un equipo en el que jugaría ilusionado es en el Barça y no en el Madrid pese a las bolsas de euros que Florentino Pérez ha puesto ante los ojos de su padre y de los dirigentes del Santos.
Neymar se comprometió con Rosell y está dispuesto a cumplir su palabra. Si juega en el Barça y conquista títulos seguro que acabará ganando todo lo que ahora rechaza. Aficionados a leer de vez en cuando el libro no escrito de todo lo que decía Johan Cruyff uno recuerda que cuando el holandés quiso fichar a su compatriota Dennis Bergkamp, entonces en el Ajax, el jugador le dijo que también tenía una oferta del Inter. Contó Cruyff en su día que le dijo: “Si quieres ganar pasta vete al Inter, pero si te quieres divertir vente con el Barcelona”. Bergkamp prefirió
“Qué gran golpe hemos dado al Barça”, dirían en Madrid si hubieran fichado a Neymar
al Inter, y luego acabó en el Arsenal. Nunca ganó una Champions.
Neymar prefiere el Barça. O dicho de otra manera, Neymar dice no al Madrid, lo que significa una nueva derrota del madridismo y, sobre todo de su presidente, Florentino Pérez. Ni en el terreno de juego, ni fuera de él. Y ni usando la chequera, ni demostrando el poder de don dinero. Es una buena noticia para el barcelonismo, aunque ya saldrá alguien diciendo que es mucho dinero lo que se paga. En Madrid, si lo hubieran fichado, sacarían pecho diciendo “qué gran golpe le hemos dado al Barça”.