El paraíso lo tiene crudo
La explotación de petróleo en el parque nacional de Virunga, en la República Democrática de Congo, amenaza a los últimos gorilas de montaña
El parque nacional de Virunga, el más antiguo de África (1925) y hogar de 186 de los últimos 750 gorilas de montaña que quedan, aproximadamente, en libertad, va camino de convertirse en un campo de extracción petrolífera, si no se impone el buen sentido.
El parque nacional de Virunga, el más antiguo de África (1925) y hogar de 186 de los últimos 750 gorilas de montaña que quedan, aproximadamente, en libertad, va camino de convertirse en un campo de petróleo. Los planes de la compañía inglesa Soco International para realizar exploraciones en el 85% del parque (gracias a unos permisos del gobierno de la República Democrática de Congo del 2007) han sido contestados con una campaña internacional. La organización conservacionista WWF alerta que la extracción del petróleo puede ser la puntilla para estos gorilas, en peligro crítico de extinción.
El parque de Virunga (al este de la RDC) es uno de los lugares con más biodiversidad biológica del planeta. En este enclave viven 28 especies de mamíferos, 706 aves, 109 reptiles y 78 anfibios, repartidas a casi 8.000 km2 en un rosario de ecosistemas (selva tropical, sabanas, lagos, volcanes...). Pero su mayor tesoro son los gorilas de montaña (aunque otros núcleos se reparten por Ruanda y Uganda).
La campaña de WWF pretende frenar los planes de Soco, que ha confirmado su intención de iniciar las exploraciones en breve. La multinacional Total también obtuvo autorización, aunque ha renunciado a entrar en el espacio protegido, considerado por la Unesco enclave patrimonio de la humanidad. Gemma Rodríguez, portavoz de la campaña en España, señala que la fase de prospección comportará un fuerte proceso de deforestación (caminos para las pruebas sísmicas, helipuertos, plataformas de perforación, accesos, campamentos). “Toda esa fragmentación no sólo destruirá los hábitats de los gorilas, sino que además es la puerta de entrada a la caza ilegal, como ya se ha visto en otros proyectos similares en Tanzania o la Amazonia”, señala.
Además, durante la extracción del petróleo, otro fuerte impacto vendría de las balsas al aire con residuos de productos químicos usados en la perforación, lo que podría dar lugar a filtraciones, derrames y contaminación de las reservas de agua. La zona está ahora bajo una fuerte presencia militar y grupos armados, por lo que, además, no son descartables los sabotajes o los robos de petróleo dada la inestabilidad política.
“Las exploraciones petroleras en Virunga son un error. El camino correcto en el parque nacional es el desarrollo económico sostenible. Eso es lo que dará mayores beneficios”, señala director ejecutivo de WWF Internacional, Lasse Gustavsson. Un informe de esta organización señala que el parque podría obtener unos 830 millones de beneficios anuales si se explotara de manera racional (ecoturismo, pesquerías, saltos hidroeléctricos...), en lugar de sacrificarlo en busca del petróleo. El parque genera ahora unos 37 millones de euros al año al año y es la fuente de agua potable para 50.000 personas.
Todo esto ocurre mientras la RDC vive inmersa en fuertes luchas políticas y por los recursos naturales (oro, diamantes o tierras), por lo que “la exploración petrolífera pondría más presión sobre el país” dice Gustavsson.