Contenedor orgánico

En la noticia sobre la recogida selectiva de basuras (“La recogida selectiva cae un 11% por el saqueo del contenedor para papel”, Vivir, 16/VII/2013) no se comenta el incivismo en el momento de depositar, con las bolsas adecuadas, los desechos orgánicos en el contenedor marrón.

En varias ocasiones bajo las bolsas corrientes y de desechos. Y siempre me indigno al ver en el contenedor marrón, además de bolsas azules y bolsas comerciales aprovechadas para recoger desperdicios, los objetos más inverosímiles: un paraguas roto, una tapa de váter, una caja metálica de galletas, un manojo de hilos eléctricos, hasta una pantalla de ordenador... Siempre vuelvo a casa con el propósito de suprimir la recogida selectiva de desechos y meterlos todos en una sola bolsa, pero mi civismo me lo impide. Me sorprende que en esta noticia no se haga mención de los problemas que surgen al vaciar los contenedores marrones en el lugar adecuado. O se suprime el contenedor marrón o se hace una buena campaña sobre su uso.

Es imposible que este mal uso del contenedor orgánico sea sólo por incivismo. Muchos no se han enterado de para qué sirve. Señor alcalde, menos gastar en proyectos faraónicos, y dedíquese más a los problemas de cada día.

B. RAMÍREZ MASSAGUE Suscriptor Barcelona