Avería fantasma en Ferrocarrils
Tres veces en dos semanas se ha producido un remonte de rueda sobre la vía en el mismo cambio de agujas
El tercer pequeño descarrilamiento de un tren en un mismo cambio de agujas de la estación de Plaça Catalunya, en sólo dos semanas, ha acabado de desconcertar a los equipos técnicos de Ferrocarrils de la Generalitat (FGC), que aún no pueden dar una explicación concreta de qué ha vuelto a fallar. Revisiones, pruebas e informes solventes permitieron ayer volver a circular por las vías 5 y 6 de la estación, fuera de servicio desde el 23 de julio, pero sobre las 9 de la mañana se repitió el incidente: una de las ruedas de un tren procedente de Terrassa se salió de la vía al pasar el cambio de agujas, ya entrando en la estación. Ningún viajero sufrió daños y todos pudieron acceder sin problemas al andén. A las pocas horas, el conseller de Territori i Sostenibilitat, Santi Vila, pidió disculpas a los usuarios por el incidente y añadió que se intentará arreglar lo antes posible porque el problema está “bien identificado”.
Pero no está identificado del todo. Se sabe que el problema está en el cambio de agujas, pero no se ha determinado por qué se ha comportado de manera imprevista en tres ocasiones, según fuentes de FGC. Es uno de los 15 cambios de aguja que hay en los accesos a la estación, unos aparatos que, como regla general, tienen entre 20 y 30 años de vida, pero que en esta estación se cambian cada cinco o siete años por el intenso tráfico que soportan.
El primer minidescarrilamiento o remonte de una rueda sobre la vía se produjo el 19 de julio. Ese mismo día, técnicos de Ineco, una ingeniería dependiente del Ministerio de Fomento, se unieron a los de FGC para estu- diar el incidente. Analizaron el estado del cambio de agujas y de la vía, pero se centraron sobre todo en el tren, un UT-111, un modelo relativamente antiguo fabricado en los años ochenta que FGC ha previsto retirar en septiembre. La vía y el cambio de agujas, acabado de montar hacía unas semanas, parecían estar bien. Durante varias noches, se hicieron 50 movimientos de tren sin pasajeros por ese cambio de agujas. No hubo incidentes. El día 23 se reanudó el servicio con pasajeros y se repitió la salida de la vía.
Esta vez, a los equipos de FGC e Ineco se sumaron técnicos de JEZ, la ingeniería que había fabricado el cambio de agujas. Se repitieron pruebas, circulaciones nocturnas, hasta 300, a diferentes velocidades y se decidieron algunos cambios. Uno de ellos fue ampliar el sobreancho en el cam- bio de agujas: la vía tiene un ancho de 1.435 milímetros, y el uso continuado del tramo curvo del cambio de agujas lo ensancha un poco. Como este cambio de agujas en concreto es nuevo, se dedujo que ensanchándolo unos milímetros más se ganaba seguridad.
El 31 de julio, Ineco y JEZ entregaron sus informes afirmando el buen estado de las instalaciones, y FGC decidió volver a la normalidad. Por si acaso, se circularía a menor velocidad, a 15 km/h. Y aun así, otra remontada de una rueda puso en evidencia que el problema no está resuelto. Esta tercera vez, además, ha ocurrido con un tren más moderno, del modelo UT-112. Una curiosa constante es que, en los tres casos, el remonte ha sido de una rueda del quinto boje –conjunto de ruedas montadas en uno de los dos ejes de cada vagón– del convoy.