Playa, Paris, Peter...
Curiosidades estivales: del abrigado Karl Lagerfeld al nuevo novio de Eva Longoria
Con estos calores, apetece una imagen playera. Lejos de lo convencional, pues un exceso de imágenes refrescantes podría repercutir negativamente en los estados de calor habituales. Y he aquí que nos hemos topado con este paisaje de una playa donde no hay playa: una vista aérea de Albers-See, cerca de Lippstadt, al norte de Renania-Westfalia, en Alemania. Como los japoneses que comparten piscina de olas artificiales, aquí a los alemanes comparten espacio y en lugar de rozarse con los flotadores lo hacen con las toallas. Todo es comunicarse.
Pero quien no se conforma es porque no quiere. Que hay quien puede arreglarlo y no lo hace. Para muestra, el también alemán Karl Lagerfeld, el señor de la casa de la camelia; o sea, Chanel, que ha decidido irse de vacaciones a Saint-Tropez, como hace habitualmente.
Al estilo de su colega Valentino, bajan a puerto hechos un brazo de mar. No les falta de nada. Las salidas del italiano del barco son de foto: una troupe de caballeretes de buen ver, recién planchados y peinados, con camisas impecables y la raya del pantalón sin fisura. Con el káiser es lo mis- mo, pero a él sólo le acompaña un joven que le sirve de mozo, y carga con las compras. El resto, lo mismo: americana, pantalón a juego, camisa descuidadamente cuidada, mocasines. Lo de Lagerfeld no se explica, pues con lo que está cayendo debe resultarle incómodo el cuello duro, los guantes sin dedos y todos los refajos con los que dibuja su silueta.
A todo esto, París, que también tiene su playa artificial, sigue siendo una fiesta con muchas fiestas dentro. La exquisita Point de Vue recoge una de ellas con sabor español: la apertura de Loewe en plena Avenue Montaigne,
Carlota cumple 27 años en el ‘Pachá III’ sin que nadie anuncie un embarazo más que evidente
al lado del restaurante L’Avenue y de la casa de los Polanski (Roman, Emmanuelle, Morgane, Elvis). En doce fotos publicadas de la fiesta no posa invitado español alguno. Están las hijas de Melanie Griffith (Dakota y Stella); Delphine Arnault, de los Arnault de toda la vida; Elizabeth, una de las hijas de la díscola (de joven) princesa Gloria de Turn und Taxis; y dos de la pandi de Carlota de Mónaco: Eugenie Niarchos y Julio Santo Domingo, que hizo de dj. Y, sorpresa, un señor vestido a la moda leather; o sea, cuero en actitud pseudomasoquista, que se llama Peter Marino y, contra lo que pueda parecer, es el decorador más pijo y pera de Nueva York y los Hamptons. Más curiosidades: es íntimo amigo de Jaime de Marichalar, aunque la foto que publicamos no es de esta fiesta, sino de otra en el Paris Tennis Club.
Calores tiene Paris Hilton (de ahí que el Paris del título no lleve acento). La rica heredera, que sufre un bajón comercial, dicen que trabajará en una discoteca ibicenca todo el mes (suponemos que de dj, algo para lo que sirve hasta Paquirrín Pantoja). A tenor del éxito de la primera noche no van a salirles las cuentas a la empresa contratante, porque barata la chica no tiene pinta de ser. Y si encima va con el novio, que debe gastar lo suyo, pues mejor me lo pones.
A Marbella, sector fiesta nacional, ha llegado Eva Longoria para preparar la fiesta benéfica que años ha compartía con Antonio Banderas y que por un quítame allí esa caridad ahora la hacen cada uno por su lado. Al actor malagueño lo acompaña Sandra Sanjuán, y a la latina la ex de Bruce Willis María Bravo. Novedad: a la Longoria la acompaña su nuevo novio, Ernesto Argüello al que conoció en un reality de buscar parejas. Ella producía y él quería amor: ganó, pues se llevó el premio gordo.
Finalmente, un baño de mar en el Pachá III para celebrar los 27 años de Carlota Casiraghi que, a este paso, dará a luz y aún no habrán anunciado oficialmente el embarazo.