Puig amenaza con llevar al TC la reforma energética
“Pagamos la energía más cara de Europa”, afirma el conseller
El conseller de Empresa i Ocupació, Felip Puig, amenazó ayer con recurrir al Tribunal Constitucional (TC) la reforma energética aprobada por el Gobierno central por entender que vulnera algunas competencias de la Generalitat y al mismo tiempo contiene medidas contrarias a la competitividad de la industria. “En España se paga la energía más cara de Europa”, subrayó el conseller, que advirtió que los errores del modelo español “los sufriremos a corto plazo con el incremento de la factura de la luz”.
Puig expresó su “clara oposición” a la reforma, que aún debe tramitarse en Las Cortes, y reclamó voluntad política para llegar a un texto consensuado. Para Felip Puig, la reforma persigue únicamente recortar el déficit de tarifa eléctrico, genera “inseguridad jurídica” a los inversores y además incrementará la factura de la luz para el consumidor.
La Generalitat también opina que la reforma provocará que las empresas del sector “reduzcan al mínimo” la inversión, por lo que, si no se corrige su contenido, se creará un grave problema de calidad en el suministro eléctrico en los próximos años. Puig fue muy crítico con los recortes a la distribución eléctrica, a los ciclos combinados y a los propietarios de instalaciones de renovables.
Respecto a la vulneración de competencias, el conseller señaló que la reforma contempla “una serie de previsiones sobre los planes de inversión que deben presentar las empresas distribuidoras que son incompatibles con las competencias de la Generalitat”. A las autonomías sólo se les reconoce capacidad inspectora en el ámbito eléctrico y de seguridad, pero no en el control de las inversiones.
El conseller ofreció diálogo al ministro de Industria y Energía, José Manuel Soria, aunque también desveló que no ha recibido respuesta a una carta que le en- vió para pedirle precisamente consenso. También el president Artur Mas se dirigió a Mariano Rajoy con el mismo objetivo.
Puig culpó del déficit de tarifa eléctrico –que supera los 26.000 millones– a los sucesivos gobiernos españoles y reclamó a los grandes partido “una solución” a este problema, un debate en el que ha garantizado que la Generalitat está dispuesta a implicarse.
Otra de las críticas se dirigió al sistema de fijación de precios en el llamado pool (el mercado mayorista de la electricidad), que, a su juicio, no obedece a “ninguna lógica”. La Generalitat cree que la reforma puede afectar especialmente a las químicas catalanas, que son grandes consumidoras de energía y que ahora deberán pagar el megavatio/ hora más caro. Y, según Puig, se “puede llevar por delante” también las inversiones en ciclos combinados y en energías renovables.
“No apuesta por el ahorro ni por la eficiencia energética, ni fomenta la reducción de la dependencia energética”, sentenció el conseller en una rueda de prensa acompañado del director de Energía, Pere Palacín. Tampoco impulsa, a juicio de la Generalitat, la calidad del servicio ni contribuye a la lucha contra el cambio climático. Otra de las carencias denunciadas es que no estimula la consolidación de un sector empresarial vinculado a la energía, con capacidad de innovación y expansión internacional.