La feria Swab sitúa Barcelona en el centro del arte emergente
Quinientas obras, 150 artistas nacidos a partir de 1970 y 53 galerías de 19 países se dan cita en la feria internacional de arte contemporáneo Swab 2013, que arrancó ayer con el objetivo de dar una mayor visibilidad al arte emergente y acercarlo a los ciudadanos. La palabra Swab –que proviene del término inglés swap, intercambio–, hace justicia a lo que se podrá ver hasta el domingo en la vuelta de la feria al Pabellón Italia de la Fira de Barcelona. Es- ta sexta edición persiste en su idea de convertirse en “una oportunidad única para descubrir piezas de artistas jóvenes que nunca se han visto en Europa, y también para crear futuros compradores”, explica Joaquín Díez-Cascón, director de la feria.
La participación de las galerías barcelonesas (13) es mayor que en años anteriores, y aunque países como Siria o Egipto son baja por razones obvias, la variedad de galerías internacionales –China, Argentina, Sudáfrica, o galerías del Líbano e Israel, que vienen por primera vez–, garantiza un enorme intercambio de culturas y de formas de entender el arte. Las obras oscilan entre los 100 euros que cuesta una fotografía de Boris Hoppek, y los 25.000 euros de la instalación The wind is colorblind de Blue&Joy.
Trabajos innovadores y transgresores que van desde el arte pop hasta el hiperrealismo, y que en ocasiones, mezclan formatos. Es el caso del colectivo chino Island 6. Descubierto por tres jóvenes españoles que montaron el 2009 su propia galería, Pantocrator, en Berlín, las chocantes y bellas obras de Island6 mezclan las técnicas tradicionales chinas –papel de arroz, trazos finos y delicados–, con las últimas tecnologías, como el videoarte mediante leds incorporados en sus cuadros.
Las dos nuevas propuestas artísticas reflejan el empeño de la feria por hacer accesible el arte a todos los barceloneses: Swab City, una serie de esculturas coloca- das en centros cívicos del Eixample, una iniciativa que según Díez-Cascón, “el año próximo nos gustaría trasladar al conjunto de la ciudad”. Y Swab Urban, una intervención en los muros del Jardí de les Tres Xemenèies por parte de diez artistas urbanos. Esta propuesta marcó el pasado viernes el inicio de los eventos paralelos a la feria, y durante todo el día se pudo ver a los grafiteros pintando. “Lo realmente interesante es que gente que jamás ha entrado en una galería puede contemplar estas obras y conversar con sus autores”, explica Sandro Berini, uno de los muralistas.
Swab también introduce dos nuevos galardones/patrocinadores: el premio Volkswagen de Fotografía –la obra ganadora será cedida a la Fundació Macba–, y el premio Idea Art de Marset. Aunque Swab cuenta con el apoyo del Ayuntamiento de Barcelona y de la Generalitat, la ayuda del Ministerio de Cultura ha desaparecido, y el presupuesto se ha visto reducido en un 30%. Pese a todo, dibujo, pintura, fotografía y escultura son los protagonistas.