Un Camp Nou con 105.000 asientos y cubierto
La junta fija las características del nuevo coliseo y se da un mes para decidir si apuesta por construir el estadio en la Diagonal o remodelar por completo el actual
La junta directiva del FC Barcelona no desveló ayer la incógnita sobre el futuro del Camp Nou. Se ha dado de plazo hasta la primera quincena de 2014 para tomar una decisión firme después de conocer los informes elaborados por los consultores sobre las dos propuestas: remodelar el estadio o construir uno nuevo en la Diagonal. Una manera de ganar tiempo ante lo que parece una falta de consenso entre la veintena de directivos para decidirse por una de las dos propuestas. Y sobre todo, porque encima de la mesa ha aparecido la posibilidad de construir un nuevo estadio en la ubicación actual. Una actuación que iría mucho más allá de una simple remodelación y que la junta cree que podría ser una realidad sin causar molestias a los socios.
El portavoz y secretario de la junta, Toni Freixa, avanzó algunas cuestiones que, por el mo- mento, se desconocían. El futuro Camp Nou, ya sea el que se construya en la Diagonal o el que se remodele en Les Corts, tendrá una capacidad para 105.000 personas y será cubierto. En este sentido, Freixa avanzó que en caso de optar por la reforma del estadio actual, opción que ha sido bautizada como proyecto ENEA (Estadio Nuevo en Estructura Ac- tual), será en la práctica como construir uno nuevo, manteniendo su histórico emplazamiento.
La decisión que acabe tomando la junta en enero deberá ser refrendada por los socios en un referéndum que todavía no tiene fecha. Freixa aventuró que se espera que la consulta se pueda celebrar a lo largo del 2014. Antes el club deberá presentar a los so- cios los trabajos elaborados a lo largo de este último año de la opción que resulte elegida.
Freixa también aseguró que se ha previsto un calendario que varía, en función de la opción que se tome. El principal objetivo es que las obras no afecten a la competición. Un sistema de construcción tecnológico permitiría que nadie –ni jugadores, ni socios– se viese afectado por los trabajos durante la reforma. Para ello, avanzó, se trabajará en momentos en los que el Camp Nou esté cerrado con el fin de minimizar el impacto.
El portavoz de la junta no escondió que el Barça lleva meses en conversaciones con los ayuntamientos de Barcelona, l’Hospitalet y la Universitat de Barcelona para abordar una posible permuta en los terrenos del Servei d’Esports que la institución universitaria posee en la Diagonal. De hecho, en estos últimos meses, consultores contratados por el FC Barcelona han visitado este espacio para analizar las características y evaluar la posible construcción del estadio. Con todo, el directivo de patrimonio del club, Jordi Moix, se reunió la semana pasada con los responsables de la universidad para informarles de que el Barça no prevé la Diagonal como primera opción.
Ayer Freixa fue especialmente claro al recordar que la junta sólo dará el visto bueno a las propuestas que sean viables económica y urbanísticamente. No quiso desvelar, en cambio, cuál de las dos opciones resultaba más cara. Con todo la posibilidad de trasladarse a la Diagonal, junto a la B-23 y el acceso a la ronda de Dalt, presenta unos condicionantes de movilidad y problemas urbanísticos en su entorno más inmediato –la subestación eléctrica de Collblanc– que podrían acabar por encarecer considerablemente el proyecto de nueva construcción.
La decisión sobre el traslado o la remodelación se produce en un momento en el que el Barcelona no puede embarcarse en aventuras millonarias. Los nuevos estatutos obligan a la directiva a mantener el patrimonio del club y a cerrar los ejercicios sin pérdidas, bajo pena de cese de la junta si en el plazo de dos años no se resarce un posible déficit. Sin embargo, no computarán como pérdidas la inversiones en instalaciones deportivas, caso del estadio.
El club cerró el último ejercicio con una deuda neta de 381 millones de euros, que la junta calcula que quedará reducida a 200 al final del mandato. Javier Faus, vicepresidente económico, señaló en varias ocasiones que hasta que se cumpla este objetivo de deuda se desaconseja afrontar las millonarias inversiones del Camp Nou.