“Las aplicaciones móviles revierten en una mejor autocura del paciente”
MIREIA SANS, médico de familia e impulsora de la sección Metges e-salut del Col·legi Oficial de Metges de Barcelona
Tras detectar la brecha existente entre el avance de la sociedad en 2.0 y movilidad, y los profesionales de la salud, el Col·legi Oficial de Metges de Barcelona (COMB) creó este año la sección Metges e-salut, la cual tiene como ámbitos de actuación la formación on line de profesionales, la investigación sobre regulación y calidad de contenidos, y la organización de jornadas como la que tuvo lugar el pasado mes de mayo, donde se debatieron los retos que supone para profesionales y pacientes el uso de apps médicas. La impulsora de la sección, la doctora Mireia Sans, repasa en esta entrevista los desafíos que plantean las nuevas tecnologías en el ámbito de la salud.
¿Cómo influye el uso de aplicaciones en la cura del paciente?
Las aplicaciones aportan más información al paciente, esto revierte en una mejor autocura y conocimiento de su
“Las ‘apps’ son muy beneficiosas para el manejo de pacientes crónicos, que son los que más servicios sanitarios requieren”
enfermedad, y en que se corresponsabilice de su salud. También ayudan a conocer mejor las situaciones de alerta, para poder avisar al profesional o bien ir a un servicio de urgencias, en caso de que lo necesite.
¿Para qué enfermedades es más recomendable el uso de apps?
Puede ser útil en todas. Existen muchas orientadas a hábitos saludables –dietas, ejercicios, tabaco, colesterol...–. Asimismo, funcionan muy bien en el manejo de pacientes crónicos, que son los que más servicios sanitarios requieren, y pueden ayudar a la adherencia terapéutica y a recoger datos sobre la enfermedad con sensores y avisos.
¿Existen casos en que haya evidencia científica de una aplicación para curar una enfermedad?
Por ahora es difícil determinarlo; se calcula que cada día salen al mercado entre 300 y 500 apps, así que regularlas es muy complicado. De la misma manera, el éxito de una aplicación no lo garantizan las descargas, sino el cambio de conducta del paciente, y esto es difícil de medir.
¿Considera necesario legislar este mercado para garantizar su fiabilidad?
Es un mercado difícil de legislar dado el volumen de contenidos que se generan, y lo más importante es establecer unos criterios para que la población sepa discernir. En Andalucía han creado un distintivo saludable; fuera, en Inglaterra, el National Health Service publicó una lista el pasado año con 500 aplicaciones recomendadas. Desde el Col·legi de Metges de Barcelona también estamos trabajando en la certificación. Es complejo porque la sociedad va un paso por delante, así que los profesionales debemos advertir a los ciudadanos, sobre todo, en relación a la protección de datos y a la calidad de los contenidos.
¿Cree que los médicos “recetarán” apps, redes sociales o blogs?
Espero que sí, es una de las tendencias de futuro. Como profesionales, las comunidades virtuales de práctica están siendo útiles para compartir información, hacer interconsultas y, por ejemplo, evitar que el paciente se desplace; sin duda aumentan nuestras competencias. Pero todo esto no
“Las herramientas 2.0 pueden cambiar conductas en los pacientes y reducir los costes del sistema sanitario”
cambiará la relación tradicional médicopaciente, y no sustituye el hecho de que el paciente deba acudir a la consulta.
¿Contribuyen las herramientas 2.0 a reducir costes en el sistema sanitario?
Por ahora existen pocas publicaciones que lo evidencien, pero el hecho de que, por ejemplo, una aplicación pueda cambiar conductas en el paciente, probablemente tendrá un impacto el sistema sanitario. Un caso significativo es el de Lleida, donde a causa de la disper- sión territorial se han agrupado diversos pediatras en comunidades virtuales para hacer consultas internas, lo que ha disminuido listas de espera y ha hecho que la consultoría sea más ágil. A la larga, sí que puede repercutir en los costes, pero se debe de entender como la suma de un buen profesional, información y elegir las herramientas adecuadas.
¿Qué patologías generan más consultas on line?
Las de pediatría, ya que los padres no tienen un manual de instrucciones, y saber que pueden contar con un profesional que les informe da mucha tranquilidad. También son habituales las consultas de pacientes crónicos sobre medicación.
¿Cuál es el principal reto de profesionales y pacientes en salud 2.0?
Tenemos que sensibilizarnos de que no es el futuro, es el presente; no podemos cerrar los ojos y los profesionales debemos ser los primeros conocedores de este entorno. Como tenemos al alcance tanta información, podemos utilizarla para corresponsabilizarnos de nuestra salud, y es necesario que el médico tutorice al paciente para que tenga el máximo conocimiento.