Eres lo que comes
Los pilares de una vida saludable son: la alimentación, el ejercicio físico y el control del estrés
Según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística, las tres principales causas de defunción entre los españoles se deben a enfermedades del sistema circulatorio, tumores y enfermedades del sistema respiratorio. Aunque no todos los males se pueden prevenir y algunos se deben a cuestiones genéticas, llevar una vida sana ayuda a envejecer mejor y a evitar algunas enfermedades.
En cuestiones de salud, se trata de vivir hábitos que, según Mª Luisa Ferrerós, neuropsicóloga y directora de la unidad de psicología clínica y parenting de la Clínica Diagonal en Barcelona, “son actos que se realizan sin pensar, de manera automática porque, con el paso del tiempo, la persona ha automatizado esa rutina”.
Estos cinco hábitos pueden ayudarle a vivir una vida mejor, más sana y longeva.
OBESIDAD Y SOBREPESO
Eres lo que comes. Esta frase fue el título de un proyecto de Mark Menjivar, que se dedicó a fotografiar el interior de neveras de Estados Unidos, para descubrir los hábitos alimenticios de sus dueños. Según un informe de la Organización de las Naciones Unidas, de los 1.300 millones de personas que padecen obesidad en el mundo, ocho millones son españoles. En nuestro país, el sobrepeso afecta a casi un 40 por ciento de la población adulta, mientras que otro 39 por ciento tiene exceso de peso. En el año 2025, la ONU prevé que nueve de cada diez españoles estén por encima de su peso ideal.
El Dr. Ivan Mañero, que acaba de inaugurar una unidad específica de longevidad activa, en Ivan Mañero Clinic, en Sant Cugat del Vallès (Barcelona), asegura que el ser humano ha evolucionado mucho en muy poco tiempo: “Antiguamente, el hombre corría cincuenta kilómetros al día, para cazar y huir de las fieras y, en períodos de escasez de alimentos, estaba preparado para almacenar en su organismo los alimentos durante largo tiempo, hacer ejercicio y no pasar hambre”. Sin embargo, desde hace dos siglos, no es necesario practicar ejercicio para alimentarse y podemos comer de manera abundante y no siempre saludable.
Por si fuera poco, ingerimos alimentos muy distintos a los de nuestros antepasados, lo cual ha influido negativamente en nuestros órganos, porque los alimentos de hoy tienen –entre otros– menos fibra y más azúcar y sal, pero ni el páncreas, ni el riñón, ni el hígado, ni los intestinos están preparados para asimilar estos ingredientes. “Nuestro cuerpo tiene dos quilos de bacterias buenas –asegura el Dr. Mañero– y está diseñado para eliminar grandes cantidades de toxinas que generamos. Pero si las bacterias son colonizadas por otras malas o las eliminamos con la alimentación o la contaminación, por ejemplo, se producen alteraciones en nuestro cuerpo”. Por eso, hay tantos casos de enfermedades relacionadas con el sobrepeso y la obesidad, como la hipertensión y la diabetes y relacionadas con el sistema inmunológico, como las alergias.
UNA COPA DE VINO AL DÍA
Investigaciones realizadas por el Instituto Nacional de la Salud americano han demostrado que no existen evidencias claras de que el consumo de bebidas alcohólicas –incluido el vino– pueda ser beneficioso para la salud. Los expertos que realizaron el estudio Predimed –que responde a las siglas Prevención con Dieta Mediterránea–, no obstante, recomiendan beber un vaso de vino al día, pero sólo en quienes ya son bebedores; no en abstemios. Según este estudio, el vino preserva nuestra salud mental, ya que previene contra la depresión.
Mientras los investigadores defienden teorías antagónicas, la Encuesta Nacional de Salud 2011 – 2012 recoge que, en España, el 38,3% de los adultos consume habitualmente bebidas alcohólicas, siendo el porcentaje de hombres del 52,3% y de mujeres del 24,9%. Específicamente en Catalunya, el 65,1% de la población
adulta bebe con moderación, según datos de la Encuesta de Salud de Catalunya de 2012 (Esca), publicada por el Departament de Salut de la Generalitat.
El Dr. Mañero considera que el secreto está en el término medio, en lo que se conoce como el fenómeno hormesis: “Es más beneficioso tomar una copa de vino, preferiblemente tinto, al día, que nada. Pero depende de la complexión y del sexo de cada persona”.
FUMAR PUEDE MATAR
Esta frase acompaña numerosas cajetillas de tabaco. La advertencia debe de haber calado cuando, según la Encuesta Nacional de Salud, el número de fumadores en España ha descendido del 26,4% del año 2006 al 24% del 2011-2012. Es la cifra más baja en 25 años. Pero sigue siendo relevante que casi uno de cada cuatro españoles continue fumando. Sobre todo, porque, según el INE, las muertes por enfermedades del sistema respiratorio son la tercera causa de defunción en nuestro país, ya que afectan al 10,9% de los españoles. Y la cifra ha aumentado en un 4,9 por ciento, en el 2011, a pesar de que había disminuido en los dos años anteriores. En los datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) relativos a este mismo año, el consumo de tabaco sigue siendo la principal causa de muchas de las principales enfermedades mortales del mundo, como problemas cardiovasculares o el cáncer de pulmón, provocando el fallecimiento de uno de cada diez adultos.
A pesar de que se sepa que fumar mata, su contenido en nicotina la hace muy adictiva entre los fumadores, creando dependencia. Para dejar el mal hábito de fumar, Mª Luisa Ferrerós considera imprescindible la psicología inversa, que consiste en reestructurar el pensamiento: “Debes de pensar que fumar no es saludable y enfrentarte a la nueva realidad de no encender un cigarrillo, como algo bueno. Porque si piensas que es un castigo y sientes que debes de dejarlo porque se te impone desde fuera –porque puedes desarrollar cáncer de pulmón, por ejemplo–, el pitillo te resultará muy deseable y, cuando tengas ansiedad o estrés, te premiarás con una calada. Y, al final, sólo lograrás dejar de fumar cuatro días, un mes como máximo. Será muy difícil que consigas dejarlo del todo”.
También hay que tener en cuenta que hay casos y casos. Ferrerós afirma que las personas que son controladoras y muy exigentes consigo mismas lo tienen más fácil para dejar de fumar, que aquellas que se sienten más libres y tienen menos autocontrol. “También está demostrado que cuantas menos responsabilidades se tienen y más libre se siente una persona, más fácil le resulta dedicarse tiempo a sí misma”.