MENS SANA IN CORPORE SANO
Esta máxima clásica del poeta latino Juvenal sigue vigente dos mil años después. Hoy en día, en medicina antiedad, se considera que los pilares de una vida saludable son: la alimentación, el ejercicio físico y el control del estrés. Y es que el estrés, aunque en su justa medida es bueno, puede acelerar el envejecimiento corporal. Por eso, en algunas unidades antiedad, se enseñan técnicas de relajación; otras van más allá y someten a los clientes a estados de frío con nitrógeno de entre 100 y 200 grados bajo cero para que puedan regular mejor sus defensas. También disponen de cámaras hiperbáricas, para que el paciente pueda respirar oxígeno al cien por cien y regenere su organismo, ya que se ha demostrado que fortalece el sistema inmunológico. Para conseguir incorporar estos cinco hábitos saludables, la clave está en individualizar el tratamiento en función de las peculiaridades de cada persona, porque no existe “el café para todos”. Pero para que se produzcan esos cambios, primero es necesario un proceso mental que provoque un cambio de actitud. Como asegura Mª Luisa Ferrerós: “Si has conseguido con tu propio esfuerzo los objetivos que te has propuesto, tienes mayor autoestima y te sientes mejor contigo mismo. Porque no tienes cosas pendientes y te sientes liberado a nivel mental. Y, cuando estás a gusto en tu piel, eres más creativo, fructífero y feliz”