La quimera del oro (y II)
El consumo aurífero en el gigante asiático supera las mil toneladas
China alcanza un nuevo liderazgo. Se ha convertido en el primer consumidor mundial de oro, según ha revelado esta semana el Consejo Mundial del Oro. El gigante asiático, que desde el 2007 es el primer país productor de este metal, ha destronado a India.
China ha alcanzado un nuevo liderazgo. Se ha convertido en el primer consumidor mundial de oro, según ha revelado esta semana el Consejo Mundial del Oro (CMO) al dar a conocer los datos del 2013. El gigante asiático, que desde el 2007 es el primer país productor de este metal, ha destronado de esta forma a India, que durante décadas había ostentado esta primacía.
La demanda en China alcanzó oficialmente el pasado año la cifra récord de 1.065,8 toneladas, entre joyas, piezas y lingotes de oro, según los datos dados a conocer por el director general de CMO, Marcus Grubb. Una cifra que supone un aumento del 32%, respecto a 2012. Esta cantidad, sin embargo, podría aumentar y situarse en torno a las 1.400 toneladas, debido a que existen unas 300 toneladas de oro no registradas que estarían dispersas en la cadena de aprovisionamiento de este metal en China, según el CMO.
Los responsables del organismo aurífero atribuyen el nuevo liderazgo chino a una suma de factores. Consideran que el gigante asiático ha sobrepasado a India en parte debido a las medidas adoptadas por las autoridades de este país para limitar la entrada de oro en el país y reducir el enorme déficit exterior. Unas disposiciones que provocaron una caída de 63% de la demanda india de
El Consejo Mundial del Oro atribuye al alza de la clase media el auge de la demanda en China
oro en el tercer trimestre del 2013 pero que no evitaron que en el conjunto del año el consumo de oro en India fuera de 974,8 toneladas, un 13% más.
Junto a las restricciones indias, Grubb atribuye el fuerte aumento de la demanda de oro registrado en China “al crecimiento de la clase media, al aumento de la prosperidad, a los niveles altos de ahorro y a la falta de alternativas para la inversión”.
La agencia Xinhua atribuye la expansión de la demanda de oro en el gigante asiático a las mujeres de mediana edad. Se trataría de madres de familia de entre 40 y 60 años y de posición acomodada, que consumirían oro no sólo para regalos o eventos, sino también como ahorro.
En este sentido, la festividad del Año Nuevo lunar ha arrojado unas unas cifras espectaculares, en cuanto a compra de oro se refiere. Según Xinhua, en sólo 10 días se han vendido 300 toneladas por valor de unos 6.000 millones de dólares.
Otros observadores, sin embargo, se muestran más prudentes respecto al fuerte incremento del consumo de oro por parte china. Interpretan que estas compras masivas de oro por parte de inversores privados también podrían sugerir que es una señal de desconfianza hacia el tipo de cambio del yuan, al que considerarían sobrevaluado, así como a la evolución de pérdida de competitivi- dad que registra la economía de la segunda potencia mundial.
No descartan, por otra parte, que estas compras de oro las haya realizado el propio Estado. Una iniciativa cuya finalidad sería respaldar su moneda con algo más neutral que las reservas de divisas, lo que reflejaría un paso más hacia una mayor autonomía económica.
No obstante, los datos del CMO apuntan a un mayor protagonismo de los consumidores privados. Según Marcus Grubb, a nivel mundial, el 2013 “fue el año del consumidor”. La demanda mundial de oro bajo las formas de joyas, piezas y lingotes creció un 21%, según las cifras de esta organización. Un aumento estrechamente relacionados con la caída del 28% que registró el precio de este metal en el 2013, provocada por la retirada de inversores financieros, lo que habría permitido a un mayor número de consumidores privados acceder al mercado aurífero.