Rubalcaba dispara la ‘cuenta atrás’ del PP
“La cuenta atrás ha comenzado y ahora tenemos que empezar a transmitir esperanza, porque los españoles necesitan esperanza”, asegura Alfredo Pérez Rubalcaba. En el ecuador de la legislatura, y con el nuevo ciclo electoral a punto de arrancar, el secretario general del PSOE y jefe de la oposición aborda el debate del estado de la nación como un momento clave para hacer balance de estos dos años, insistiendo en que las tres crisis que atraviesa España –social, política y territorial– “no sólo no han mejorado, sino que han empeorado”. Pero, sobre todo, para marcar el rumbo: “Menos de dos años, eso es lo que queda”, dice Rubalcaba, asegurando que la mayoría absoluta del PP y el mandato de Mariano Rajoy tienen ya fecha de caducidad en las próximas elecciones generales del 2015. “Esa mayoría absoluta no es imparable, y todos los destrozos que ha hecho la derecha no son irreversibles”, argumenta. Por eso, en su discurso “pondrá especial énfasis en el aspecto social, en los efectos de las políticas del PP sobre la gente”, explican en Ferraz.
De las encuestas que maneja Rubalcaba se desprende que la ciudadanía considera que los recortes que han sufrido la sanidad o la educación públicas son recuperables, pero que lo que más les preocupa es que la reforma laboral “ha venido para quedarse”, lo que augura un futuro de precariedad laboral. Ya lo dice el líder del PSOE: “Lo más dañino que ha hecho el PP es la reforma laboral”. Por eso, en su discurso del martes “levantará acta del fracaso de las políticas de austeridad” en materia económica, y volverá a reclamar “un cambio de rumbo”, tanto en Europa como en España, que ponga el acento en las políticas de estímulo al crecimiento y a la creación de empleo. Sobre todo, para los jóvenes.
A los dos años también de asumir el mando de un PSOE hundido tras el descalabro electoral del 2011, Rubalcaba cree tener resueltos dos de los grandes problemas que hubo de afrontar, el debate territorial que abrió grietas entre el PSOE y el PSC –“gustará más o menos, pero nosotros ya tenemos un proyecto encima de la mesa y acordado por todos”, dicen en Ferraz– y el orgánico –con las primarias abiertas que en noviembre elegirán al candidato para las próximas elecciones generales–. La cuestión que aún considera pendien- te es ofrecer un proyecto económico y de creación de empleo que permita al PSOE presentarse como alternativa a Rajoy y que neutralice la tradicional impresión social de que la derecha es quien mejor gestiona la economía, sobre todo en momentos de crisis. “Nuestra primera prioridad tiene que ser el empleo, el empleo y el empleo”, suele decir Rubalcaba a los suyos.
Y su tesis es que “las administraciones públicas tienen que poner dinero para crear empleo en tanto que la economía tire”. A su juicio, a los 6 millones de parados “no se les puede decir que hay que esperar, porque la derecha dice que para crear empleo la economía tiene que crecer”. “Nosotros defendemos que sí, que hay que poner dinero”, insiste.
Al margen del debate económico, en el PSOE creen que lo que consideran amenazas del PP a los derechos civiles y las libertades públicas les ha dado abundante munición para recuperar el terreno perdido esgrimiendo sus tradicionales estandartes: “Nos ha venido Dios a ver”, ironizan. Otro eje del discurso de Rubalcaba este martes, por tanto, será el de las libertades, en el que volverá a plantear su frontal oposición a la reforma de la ley del aborto. Ya se lo avisó el líder del PSOE a Rajoy: “No vamos a parar”. “La marea blanca ha demostrado que se puede ganar”, asegura Rubalcaba sobre el ejemplo de la paralización de la privatización de la sanidad pública madrileña alentada por la presión social.
Y, last but not least, Catalunya. Rubalcaba no quiere centrar su discurso del debate del estado de la nación en el desafío soberanista de Catalunya, porque piensa que este problema, que considera un gravísimo asunto de Estado, hay que afrontarlo con sosiego y profundidad en una subcomisión parlamentaria creada ad hoc en el Congreso, para dialogar y buscar soluciones y no para tirarse los trastos a la cabeza y, en definitiva, sólo para enconar las posiciones como volvió a pasar el jueves con la moción de UPyD. Pero Rubalcaba dedicará una parte “destacada” de su intervención a esta espinosa cuestión. Así que, en el capítulo de la crisis territorial, el líder del PSOE le exigirá a Rajoy “abandonar su postura de dejar que pase el tiempo”. Y planteará como solución a las tensiones independentistas y recentralizadoras el modelo socialista de reforma de la Constitución en clave federal.