Triple discriminación
Las mujeres encuentran más difícil declarar su identidad sexualidad
Doblemente discriminadas, primero por ser mujeres, y segundo, por ser lesbianas. Así se sienten y contra ello luchan, la mayoría en silencio, porque en este país de tolerantes, según se reconocen los propios españoles (CIS), la imagen de la homosexualidad se asocia fundamentalmente con los chicos. Las relaciones entre mujeres se saben, se conocen, pero siempre en un segundo plano, resguardado en el ámbito más íntimo.
Pero hay una tercera discriminación procedente, precisamente, de sus colegas gais. Porque la lucha llevada a cabo por los homosexuales ha sido dirigida y liderada fundamentalmente por los hombres, por lo que las mujeres y sus reivindicaciones (que no tienen por qué coincidir en muchas ocasiones con la de ellos) han quedado marginadas. Un caso claro es el tema de los hijos. Mientras que los gais han focalizado mucho sus esfuerzos, por ejemplo, en la adopción de hijos, las peticiones de las lesbianas para acceder a las técnicas de reproducción asistida financiadas por el sistema nacional de salud se han escuchado bastante menos. De hecho, ahora que el Ministerio de Sanidad ha anunciado el fin de esa financiación, las voces masculinas se han diluido.
Esta discriminación está más que contrastada en numerosos estudios sobre homosexualidad, y sus efectos son que las mujeres tienen más dificulta- des que los hombres para declarar su identidad sexual. Es una cuestión de supervivencia en el entorno social.
Todavía lejos de la igualdad real, un trabajo realizado recientemente por el Colectivo de Lesbianas, Gais, Transexuales y Bisexuales de Madrid (Cogam) reconoce que “las mujeres se llevan la peor parte”, como también ocurre con los transexuales y las personas afectadas por el VIH.
En la misma línea se ha pro-
La lucha de los homosexuales ha sido liderada por los hombres El sexismo existente en la sociedad hace más vulnerables a las lesbianas
nunciado en reiteradas ocasiones Amnistía Internacional, que asegura que la prevalencia en la sociedad del sexismo y la del sexismo y la homofobia hacen que las mujeres bisexuales y las lesbianas sean más vulnerables a la violencia, dada su doble condición de mujer y por tener una orientación sexual distinta a la socialmente considerada “normal”.
La situación es tal que hasta el día del Orgullo Gay del 2008 se dedicó a la visibilización de las lesbianas, aunque los avances registrados son pocos.