Diferente idiosincrasia
Fondos buitres: no tienen fijado un tiempo de permanencia allí donde entran. Su reto inicial es comprar lo más barato posible. Después, tratan de obtener la mayor rentabilidad posible. Aguantan el plazo que haga falta. Tienen olfato y acuden a países que viven o han atravesado importantes dificultades económicas, pero lograrán salir adelante. Muchos fondos tienen diferentes divisiones y después optan por sacar los recursos de unas u otras en función del perfil de riesgo dispuestos a asumir.
Fondos soberanos: gestionan ya más de cuatro billones de euros en el mundo. La mayor parte son el brazo inversor de los países del Golfo Pérsico, pero también de China o algunos países latinoamericanos, que han diseñado vehículos similares. España sigue siendo para ellos un objetivo prioritario y tienen vocación de permanencia. En el 2013, Qatar Investment Authority amplió su participación en Iberdrola, Temasek entró en Repsol y Qatari Diar protagonizó la primera gran operación inmobiliaria: la compra del hotel W en Barcelona. Levantan hasta las alfombras antes de entrar en el capital. Están reorientando su estrate- gia masivamente hacia grupos industriales y en particular compañías tecnológicas y de telecomunicaciones. También han recuperado el apetito inversor en el sector inmobiliario y dominan los mercados maduros.
Fondos de private equity : algunos como Apax, Bridgepoint, Permira, CVC, Carlyle, MCH, 3i, N+1 Mercapital o Vista, entre otros, llevan años operando en España. Entraban en grupos industriales o excluían de bolsa empresas. Les toca reinventarse porque la realidad en España ha cambiado.