Un abanico de ejemplos
Fondos que disfrutan de fiscalidad atractiva para el inversor extranjero
Mucho apetito inversor. Estos fondos buscan desde inmuebles a empresas, sin despreciar las privatizaciones que llevan a cabo el Gobierno central y los autonómicos de activos como los puertos, los servicios de agua, los aeropuertos o los canales de televisión regionales...
Se oye mucho hablar de ellos, pero no es algo abstracto, sino que han protagonizado las principales operaciones de los últimos meses. Además, incorporan a sus transacciones vehículos de inversión novedosos con una fiscalidad atractiva para el inversor extranjero, como son las sociedades cotizadas anónimas de inversión en el mercado inmobiliario (socimis) o los fondos de activos bancarios (FAB), que ha puesto de moda el banco malo para diseñar sus desinversiones.
A escala local, fondos como Blackstone y Goldman adquirieron viviendas sociales al Ayuntamiento de Madrid. Mientras que en el ámbito autonómico, la Generalitat de Catalunya vendió y posteriormente arrendó 13 edificios de propiedad pública a Axa. Varias propiedades de lujo han sido vendidas a fondos como Meyer Bergman, Crescendo, Deka Immobilien, Qatari Diar, Iba Capital Partners, Chilean and Venezuelan Funds. Mientras que Incus Capital se ha hecho con tres centros comerciales, y VastNed Retail NV, con ocho centros comerciales.
La banca también ha coqueteado con estos inversores feroces. El Banco Popular vendió la gestión de los inmuebles de su promotora Aliseda a Kennedy Wilson y Värde Partners. CaixaBank hizo lo mismo con su promotora Servihabitat, cuya gestión de los inmuebles se cedió a Texas Pacific Group. Santander vendió Altamira a Apollo, y BBVA ha traspasado oficinas a Baupost Group. La banca nacionalizada también se fijó en estos inversores para desinvertir. Bankia colocó la torre Foster a Abu Dhabi IPIC y la propiedad de Bankia Habitat a Cerberus. Novagalicia vendió su filial EVO a Apollo. Algunas grandes empresas también recurrieron a estos fondos para reducir deuda y centrarse en el negocio principal. Telefónica vendió su filial de contact cen-
ter, Atento, a Bain Capital por 1.051 millones. Abengoa colocó su filial Befesa a Triton por 1.075 millones. Y Abertis se deshizo del aeropuerto de Luton (Londres) cediéndolo a Ardian y Aena por 518 millones.
La dura competencia que ha surgido entre estos vehículos inversores ha hecho que Blackstone, KKR y Texas Pacific Group hayan presentado ofertas para reestructurar la deuda de la compañía hotelera NH.
Y la nueva ley que recorta la retribución a las plantas de renovables abre el caldo de cultivo para que empresas como ACS, Acciona o FCC vendan su división energética a estos depredadores.