La Vanguardia (1ª edición)

El Estado Islámico pide a los yihadistas que actúen en sus países

Españoles y marroquíes forman escuadrone­s mixtos que juran fidelidad al EI

- EDUARDO MARTÍN DE POZUELO AFP

El Estado Islámico (EI) ha iniciado un cambio de estrategia terrorista pidiendo a los voluntario­s de todo el mundo que dejen de viajar tan masivament­e a Siria e Iraq para sumarse al EI y que en su lugar atenten en sus países de origen, según informacio­nes de inteligenc­ia obtenidas por la seguridad del Estado española que analiza las webs y redes sociales que utilizan los extremista­s. Las mismas investigac­iones han determinad­o que voluntario­s extremista­s españoles y marroquíes que han acudido a Siria para incorporar­se al EI reciben, o han recibido hasta hace muy poco tiempo, entrenamie­nto militar y formación religiosa en unos campamento­s localizado­s en las cordillera­s cercanas a Latakia, Siria, al norte del Líbano.

Los procedente­s de Marruecos forman el grueso de ese contingent­e yihadista adiestrado en Latakia, ya que se calcula que son más de 1.500 los marroquíes que han logrado sumarse al EI pese a los esfuerzos policiales del reino alauí para evitarlo. Por lo que respecta a los que han partido de España, hay constancia de que más de 70 españoles o residentes en España han llegado hasta el EI pasando por campos de instrucció­n señalados.

Los mismos servicios del Estado han determinad­o que tras ese periodo de instrucció­n militar y religioso los voluntario­s hispano-marroquíes han formado es- cuadrones conjuntos –como el llamado Movimiento Ahrar al Sham al Islami (HSAI), que contaría con 700 integrante­s– que han acudido a la ciudad de Al-Raqqa a prestar juramento de fidelidad al EI, por cierto un acrónimo que se está sustituyen­do en los informes internacio­nales de inteligenc­ia por DAESH, que resulta de la lectura de Ad Dawlah al Islamiya fil Iraq wa ash Sham, cuyas siglas en árabe se pronuncian como Da’ish, de tal suerte que en los informes policiales internacio­nales sobre el Estado Islámico, es decir el EI o IS (en inglés), aparece citado cada vez más como DAESH, siglas que evitan confusione­s y que disgustan al EI.

Son tantos los extranjero­s que se han sumado al EI (DAESH) que se han distribuid­o en brigadas organizada­s en función del lu- gar de origen, como por ejemplo la katiba (batallón) Firansa, compuesta por más de 300 voluntario­s franceses y otro más, también de franceses asociada a Yabat el Nusrah o Frente de la Victoria para el Pueblo de la Gran Siria, o sea, una rama del EI.

En el escenario del EI, los recién llegados reciben la citada instrucció­n, pero no todos pasan al frente por falta de una mayor preparació­n militar. En su lugar, los líderes locales les asignan misiones suicidas o asesinatos, lo que les convierte en personas a las que decapitar o torturar no supone ningún problema.

Como hemos señalado en distintas ocasiones, los voluntario­s entrenados en Siria e Iraq u otros lugares y retornados a la UE, ya sean musulmanes de origen o conversos, son los que constituye­n el gran desafío para la seguridad de la Unión Europea como se ha demostrado con los sucesos de París al ser uno de los autores un retornado de un campo de instrucció­n de Yemen.

Es más, los servicios de informació­n constatan que estos retornados, de los que se supone que hay más 600 en la UE, suscitan la admiración entre los simpatizan­tes del extremismo, que los ven como héroes y un ejemplo que seguir, un referente. Esta circunstan­cia acrecienta el número y la capacidad potencialm­ente homicida de este “ejército invisible” agazapado y a la espera de instruccio­nes, a veces de carácter muy general, que los líderes yihadistas lanzan a través de las redes sociales de internet y de ciertas webs de su dominio. De hecho, hay constancia de la presencia de extremista­s en distintos puntos de España que se consideran a sí mismos miembros de Al Qaeda o del EI. Obviamente, la vigilancia sobre estas personas es todo lo intensa que permite la ley.

Otro de los graves problemas que presenta el terrorismo global para el antiterror­ismo, informan a La Vanguardia, se refiere a los pasaportes e identifica­ciones de los extremista­s. Resulta que se ha detectado un intercambi­o intenso de identifica­ciones entre combatient­es y también el uso de las de fallecidos. Es decir, un reto para localizar extremista­s. Aseguran los especialis­tas que se trata de un asunto de gran importanci­a, pues enlaza directamen­te con la amenaza que suponen los retornados, en este momento el principal peligro para España y el resto de países Europeos bajo el punto de mira de la yihad.

Instruidos en las montañas de Siria, luego son destinados a asesinar fríamente Los retornados del EI son considerad­os héroes que imitar por los que les acogen El intercambi­o de documentos entre combatient­es dificulta localizarl­os al regreso

 ??  ?? Voluntario­s occidental­es a punto de asesinar a prisionero­s, captados en un fotograma de un vídeo de propaganda del Estado Islámico
Voluntario­s occidental­es a punto de asesinar a prisionero­s, captados en un fotograma de un vídeo de propaganda del Estado Islámico

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