Diversión chunguita
DESCEREBRADOS. Los Chunguitos, ¡qué fenómenos! Los metes en la casa de Gran Hermano VIP y en un plis-plas ultrajan a homosexuales, negros y defensores de los animales. ¡Qué tíos! Llaman “gorila” a un concursante de color en cueros, sostienen que es preferible nacer deforme a nacer homosexual y les divierte un montón abandonar a su perro en una gasolinera de carretera. ¡Qué puntería! ¿Cómo es que los moros se han ido de rositas? Estos hermanos bocazas y descerebrados ya han amortizada la inversión con sus tres salidas de tono, pero pueden dar más de sí, sin duda. Por eso Telecinco demoró varios días su expulsión, por eso los ha echado durante la gala en directo del jueves (¡arriba el share!) y por eso no los empaqueta mudos y esposados hacia sus domicilios, sino que los sienta en el plató, iluminados y microfonados. Qué cucos, en Telecinco: quedan bien con los agraviados pero sin renunciar a la cuota de pantalla, porque la pura verdad es que Los Chunguitos atraen y divierten al personal (¡31% de share, 31%!) con sus barbaridades, desmarres y derrapes verbales. Ahora sólo queda esperar y ver qué será lo siguiente: ¿los judíos gaseados del holocausto? ¿Los hijos adoptados? ¿Los niños con cáncer? ¿Las madres solteras? ¿Los vegetarianos? ¿Las prostitutas? ¿Los chinos? De los gitanos ya han dicho que son homófobos por casta y por ley, que nos quede claro. ¿A quién le toca ahora? ¿A los gabachos? ¿A los taxistas pakistaníes? ¿A las rumanas? Yo no me lo pierdo: quiero descubrir por qué inesperada puerta Los Chunguitos pueden violar mi sensibilidad serena y cultivada. Ya sé que muy poco debieran pesar las opiniones de estos taradetes, pero es más excitante jugar a que sí, a que agravian, hieren, ofenden y laceran desde su autoridad de ex cantantes de gasolinera. Nos vienen bien –la inversión es acertada–: es difícil encontrar a unos tipos tan capaces de reconcentrar en su ser tanta simpleza, grosería intelectual, incapacidad lectora, disfunción verbal e incorrección política. ¡Valores que hoy –eso lo tengo muy contrastado– cotizan al alza en la pequeña pantalla! Felicitémonos por la diversión, pues, y acordemos que nosotros que los miramos somos mejores que ellos –bendita tele, que te regala tan halagadora sensación–, mucho mejores que estos dos embrutecidos hermanos chungos. Acordemos que son sólo unos monos de feria de los que nos reímos, y no un reflejo de nada, no un espejo de la barra del bar de barrio, no representantes de nadie más que de su sola pobreza interior, ¿de acuerdo? ¿Porque es así, verdad? CRIS PUIG. La dirección de informativos de TVE echó a Oriol Nolis del Telediario fin de semana y ahora despide a Cristina Puig de El debat (La 1), sustituyéndola por... Oriol Nolis. Total: se engrasa la correa de transmisión del PP en las noticias del fin de semana y en Catalunya se cambia una pieza incómoda por otra avisada. ¡Qué año nos espera en las teles públicas! Aquel oasis del zapaterato en TVE –Fran Llorente mediante– fue un sueño breve, multipremiado e irrepetible... La dirección de TVE tiene derecho a despedir al periodista insumiso, pero que quede claro lo que calla: el trabajo de Cristina Puig era irreprochable periodísticamente, al margen de sus ideas políticas, hábitos dietéticos y gustos personales. Puede que discrepar del jefe y decírselo sea incómodo, pero es leal a tu función profesional.
Los Chunguitos han amortizado la inversión ultrajando a homosexuales, negros y animalistas de golpe