Vigencia de ‘Arrels Cristianes’
La carta pastoral de los obispos catalanes, redactada por Joan Carrera, cumple 30 años
En el 2015, en que Catalunya afrontará un momento decisivo en su historia con unas elecciones autonómico-plebiscitarias, se cumplirán 30 años de la aprobación de la carta pastoral de los obispos catalanes Arrels Cristianes de Catalunya, que definía la postura de la Iglesia ante la realidad del país.
El documento fue redactado por el entonces sacerdote Joan Carrera, y los obispos catalanes, según confesión posterior del obispo de Girona, Jaume Camprodon, apenas tocaron algunas comas y detalles.
Una mesa redonda celebrada en el Palau Robert de Barcelona esta semana ha servido para recordar la vigencia de ese texto y la influencia que Carrera desem- peñó en la Iglesia catalana.
El sacerdote Jaume Aymar, director de Catalunya Cristiana y Ràdio Estel, abrió el debate, organizado por el memorial Joan Carrera, con una “valoración muy alta y positiva” del documento. También señaló que ha sido desde entonces uno de los textos más citados, aunque añadió, irónicamente, “al menos en el título”. Aymar se refirió a su acierto al incluir referencias al importante papel de los medios de comunicación.
En segundo lugar intervino el sociólogo Salvador Cardús, quien empezó señalando las similitudes del contexto de 1985 con el del 2015 en lo que se refiere a una “transformación política profunda” y a “una crisis dramática” (entonces había un 22% de paro). Sin embargo, añadió que en aquel mo- mento “la mayoría de los obispos de la Iglesia catalana estaban arraigados al país, lo cual no sucede ahora”. Según Cardús, el documento “era de una clarividencia sorprendente” y destacó “el esfuerzo por distinguir nación y estado” y las dificultades de encaje de Catalunya en el Estado. Como otros ponentes, destacó que el núcleo de Arrels se hallaba en esa frase: “Como obispos de la Iglesia de Catalunya, encarnada en este pueblo, damos fe de la realidad nacional de Catalunya, elaborada a lo largo de mil años de historia (...) La existencia de la nación catalana exige una adecuada estructura jurídico-política que haga viable el ejercicio de los derechos citados”. Cardús comparó esta pastoral con la del 2010, Al servei del nostre poble, donde se percibe “una retórica eclesial o clerical terriblemente papista”. Por todo ello , dijo que considera el documento aprobado en 1985 como “inmejorable” dado el “proceso invo- lutivo” de la jerarquía eclesiástica catalana.
En una línea similar a Cardús se expresó el ex president del Parlament Joan Rigol, para quien esta carta pastoral sólo se explica por el pacto entre los cardenales Tarancón y Jubany, quienes estuvieron de acuerdo en la autonomía de la Iglesia y su separación del poder político. También dijo que “un nuevo documento sería in- oportuno”. Sin embargo, abogó por una iglesia que desarrolle los valores comunitarios en la nueva sociedad que se está construyendo y recordó que los movimientos de base de la iglesia han estado al lado del derecho a decidir.
Cerró el acto el director general de Afers Religiosos Enric Vendrell, recordando que tenía solo 22 años cuando su padre le regaló con orgullo la primera edición de Arrels Cristianes de Catalunya. Contradijo a Cardús señalando que el documento “defendía radicalmente la nación catalana pero pretendía su encaje en España”, es decir “contenía el deseo de que el Estado pudiera recoger el progreso de la nación catalana”. Pero también añadió: “Ahora eso no se produce, el país ha cambiado y estaría bien que los pastores pudiesen expresar esa nueva situación”.
En el debate posterior Cardús dijo que “actualmente los obispos catalanes no tienen la voz pública que tenían entonces” y expresó el deseo de que el próximo 28 de septiembre vuelvan a reivindicar una conferencia episcopal catalana. Vendrell objetó que el texto de 1985 no hacía ninguna referencia a la realidad migratoria y al peso de los musulmanes. Antes se había quejado de que en la presentación del libro sobre el obispo Carrera se hubiese obviado que había sido militante de Unió Democràtica. Cerró el acto la vicepresidenta del Govern Joana Ortega señalando que “Arrels representaba otra manera de entender la iglesia, más cercana a la tierra”.
Según Joana Ortega, “‘Arrels’ representaba otra manera de entender la Iglesia, más cercana”