Las teresianas abogan por una espiritualidad transformadora
La espiritualidad y la oración como vehículos no sólo para conocerse a uno mismo, sino también para llegar al otro y transformar la sociedad. La familia teresiana reivindica durante todo este fin de semana la vigencia de Santa Teresa de Jesús y su mensaje en el Congreso Internacional Teresiano celebrado en Tortosa (Baix Ebre) y centrado en reflexionar acerca de la manera de vivir la espiritualidad en la sociedad actual. “Tiene que establecer un puente con todo compromiso social, con el cuidado del planeta, la perspectiva de género, la defensa de la niñez o las personas maltratadas”, destaca Asunción Codes, coordinadora general de la Compañía de Santa Teresa de Jesús, en el arranque de un congreso que coincide con el quinto centenario de su nacimiento.
“El cristiano del futuro o será místico o no será cristiano. Necesitamos desarrollar una fe que se compromete con la vida y se vive en la vida cotidiana y se expresa en la oración; creemos en la oración como un diálogo interior permanente, para conocer tu verdad y la de Dios pero también hacia el mundo”, añade Codes. No por casualidad se ha elegido Tortosa; ciudad teresiana por excelencia, está considerada la raíz del movimiento teresiano, en el siglo XIX, gracias a la labor de Enric d’Ossó, que dedicó su vida a divulgar la figura de Teresa. “Él entendió que aquellos valores de espiritualidad difundidos por Santa Teresa se debían de aplicar al mundo de la educación, con una influencia de primera magnitud”, destaca Enric Vendrell, director general de Afers Religiosos de la Generalitat. El congreso ha reunido a más de 400 integrantes de la familia teresiana entre religiosas, profesores y exalumnos.