Por encima de las ideas
El ofensivo Víctor Fernández lidera un equipo con muy poca pólvora
El 13 de febrero de 1994 es uno de los días más señalados en la carrera de Víctor Fernández (54 años). Ese domingo su Zaragoza le endosó seis goles al gran Barça de Johan Cruyff. Por entonces el técnico aragonés pasaba por ser un entrenador ofensivo, con gusto por el fútbol de toque, un enamorado del estilo barcelonista y un hombre dotado con un verbo fantástico a la hora de explicar el juego. Esta temporada ha regresado a Primera de la mano del Deportivo, tras seis campañas alejado de la máxima categoría. Y cuando la necesidad aprieta no ha tenido más remedio que hacer de tripas corazón y tratar de apuntalar su defensa. No en vano su Depor sólo ha marcado más goles que dos equipos y únicamente ha logrado cuatro victorias.
Pero Víctor ha sobrevivido, a pesar de que se ha mantenido en el alambre. Ya no entrena a Esnáider, Poyet, Aragón o Xavi Aguado, columna vertebral en su Zaragoza, con el que conquistó una Recopa y una Copa del Rey y al que comenzó a dirigir a los 30 años, ganándose un nombre como futuro aspirante a un banquillo de los grandes. Tampoco tiene a sus órdenes a Mostovoi, Makelele, Karpin o Celades, con los que su batuta brilló en el Celta. Ahora tiene que conformarse con los Cuenca, Oriol Riera, que se ha incorporado en el mercado invernal, o Cavaleiro. No son lo mismo, pero es lo que hay.
“Hemos crecido en defensa y ahora lo haremos en ataque”, asegura Víctor, que planea un trivote para esta tarde. Sin embargo, mantiene sus antiguas convicciones. “No vamos a poner el autobús. No le tenemos miedo al Barça ni a nadie; tenemos una gran oportunidad para demostrar que estamos en el buen camino. Vamos a tener la pelota menos que ellos, pero cuando la tengamos debemos proponer ofensivamente”, señaló el técnico, que espera que el Barça no sea el del partido ante el Atlético. “Estuvo tremendo, arrolló al campeón. Fue un desborde de energía futbolística, de transiciones rapidísimas. Ya no sé qué pensar sobre el Barça. Pero ojalá veamos al Barcelona de otras semanas y no el de la última jornada”.
Víctor Fernández ha desembarcado en Riazor en una época complicada. La convulsa salida de Fernando Vázquez, artífice del ascenso desde el banquillo la pasada campaña, justo cuando iba a empezar la pretemporada, generó otro terremoto en el deportivismo. De hecho, cuando se celebró la junta de accionistas la pregunta con la que más veces tuvo que capear el presidente, Tino Fernández, fue por qué se había despedido a Vázquez. Dentro de ese embrollo ha tenido que navegar Víctor, que ha ganado cinco veces al Barcelona en 28 enfrentamientos (3 con el Zaragoza, 1 con el Celta y 1 con el Betis) pero no se mide a los blaugrana desde el 2007, en pleno declive de la era Rijkaard. Ha cambiado todo.
ELOGIO AL RIVAL “El Barça arrolló al Atlético; fue tremendo, ojalá veamos su versión de otras semanas”