Médicas de base, médicos al mando
Un estudio analiza las desigualdades entre sexos en un gran hospital a pesar de la feminización de los facultativos
Más del 70% de los alumnos de Ciencias de la Salud son mujeres. Desde hace años, Medicina, especialmente, es una profesión cada vez más femenina. Pero cuando se analizan en detalle los datos en la plantilla de un hospital puntero, sus jerarquías y el reconocimiento profesional, la feminización desaparece. “Hemos explotado los datos del personal facultativo del hospital Clínic desde 1996 hasta el 2008, especialmente hemos analizado las carreras profesionales, en cuya definición este hospital ha sido pionero, y también la evolución jerárquica. Y los resultados muestran una realidad de profunda desigualdad a medida que se alcanzan los niveles más competitivos y de mayor reconocimiento”, resume la nefróloga del Clínic Pilar Arrizabalaga, primera firmante del estudio, publicado en Gaceta Sanitaria
Las máximas categorías profesionales, consultor sénior en el caso de este centro, las alcanza el 29,5% de los médicos y apenas el 10,9% de las médicas. “Hemos comparado de nuevo estas cifras con las del 2012 y no hemos mejorado nada: 31% de hombres, 9% de mujeres”, indica Arrizabalaga. El modelo se repite si se comparan cargos jerárquicos: son jefas entre el 6% y el 10%, según los años. Son jefes entre el 24% y 20%. Pero aunque no tan pronunciada como en la cúpula de la evolución profesional, la desigual- dad se asoma desde el principio. La primera caída ocurre cuando se trata de acceder a una plaza permanente: el 70% de los médicos del Clínic tienen un puesto fijo; entre las médicas, casi nunca llegan a la mitad. En cambio, suelen ser más del doble que los hombres a la hora de tener contratos temporales.
¿Por qué? “A pesar de que gran parte de los elementos que se tie- nen en cuenta en la promoción son totalmente objetivables –contemplan la labor investigadora, asistencial, docente, la formación, las opiniones personales y la participación– hay un fondo cultural que interfiere”. Habla de un fenómeno para muchos no visible que se refleja a la hora de animar a los profesionales a presentarse a una plaza, o al proponerles participar en alguna línea de investigación. Se apuesta más por ellos que por ellas. ¿Por qué? “En quienes dirigen y deciden hay una idea que permanece: las médicas tienen una capacidad de compromiso menor que los compañeros. Aunque no haya manera de objetivarlo, aunque los estudios existentes sobre actividad y dedicación desmientan esa idea preconcebida”.
“Ellos no lo saben, no se lo creen, es el rollo de siempre de las mujeres y, como no les afecta, lo olvidan”, resume Joaquina Álvarez, geóloga investigadora del Instituto Jaume Almera del CSIC y miembro de la directiva
RE C O N O C I M I E N T O El 10% de las doctoras llega a la máxima categoría frente al 29% de los doctores
CA L I D A D D E EM P L E O Entre especialistas jóvenes, el 70% de ellos son fijos; ellas, menos de la mitad
de la Asociación de Mujeres Investigadoras y Tecnólogas (AMIT). En el CSIC analizaron también la situación de las investigadoras y el patrón era semejante: “La presión numérica no ha cambiado la situación”.
La presidenta de la AMIT, la profesora de Sociología de la Universidad de Valencia Capitolina Díaz, habla de “histéresis social” para explicar lo que ocurre. (Histéresis: fenómeno por el que el estado de un material depende de su historia previa; se manifiesta por el retraso del efecto sobre la causa que lo produce, según la RAE.) “Siglos sin mujeres en posiciones importantes científicas, expulsadas de cualquier centro de saber, frente a apenas cien años de incorporación femenina. Estamos presos y presas de ese pasado”.
Las investigadoras del Clínic, Idibaps y la Universitat de Barcelona que han llevado a cabo el estudio de médicos y médicas presentarán sus resultados al comité de delegados médicos del hospital. “Aunque muchos nieguen la existencia de la discriminación, los datos describen una realidad incontestable y se impone una reflexión”.