Memoria sin nostalgia
Los Fresones Rebeldes Lugar y fecha: Sala Apolo (17/I/2015)
“¡Tras quince años de gira en el infierno, de nuevo en Barcelo- na!”. Palabras de Joaquín Felipe, guitarrista y compositor de Los Fresones Rebeldes, a su paso por la sala Apolo. La formación actuó durante la fiesta de veinticinco aniversario de Subterfuge, sello radicado en Madrid que en la década de los noventa impulsó a multitud de bandas, entre ellas (además de nuestros Fresones) a Manta Ray o Australian Blonde.
Qué tiempos, ¿verdad? Ya saben, siglo XX. Ni siquiera se había inventado My Space... En ese contexto, Los Fresones Rebeldes facturaron un par de álbumes entre 1997 y 1999. Al amanecer fue el hit más rotundo de una formación apegada a un pop de estudiado sabor retro: un grupo naif en opinión de algunos, irónico al parecer de otros, y encantador para muchos a la postre.
Los Fresones Rebeldes han re- gresado con la mayoría de miembros que tuvo la banda en su historia (incluida, en el caso del sábado, la editora Eugènia Broggi, a la guitarra en un par de temas). Sin embargo, no dan pistas sobre su continuidad, ni presentan canciones nuevas. Su comparecencia, pues, apeló a la memoria, mediante piezas como Medio drogados, ¿Por qué me tengo yo que enamorar? o Bola de cristal, a las que hay que sumar algunas versiones ( The Go-Go's, The Undertones…).
Y, para gran fortuna de todos, la noche nunca se escoró hacia la nostalgia. Ha pasado el tiempo, sin duda, pero las canciones conservan la forma: siguen ahí el tono vital, los brillos, la profusión de detalles más allá de una aparente simplicidad. Lo justo y necesario para facturar una noche feliz, y no de lagrimita.
Desde luego, y como dice su tema, continúan siendo aquellos “malditos fresones que engañan a la gente”.