Más compensado
Victoria merecida y lucida por momentos del Barcelona frente a un Depor que lo intentó aunque en ocasiones se vio claramente desbordado. Señas de identidad. Durante una buena fase del partido pareció que los blaugrana retomaban muchos aspectos del mejor Barcelona, adaptándolos a la nueva configuración de jugadores. Si observas al Barça te das cuenta de que la mirada se dirige automáticamente hacia los tres hombres punta. El peso de los Messi, Neymar y Suárez es determinante y es lógico que acaben definiendo el juego blaugrana. Aunque en acciones esporádicas no se aíslen de la presión más intensa, es cierto que este esfuerzo aparece en posibles robos ofensivos pero en cambio no son tan colaboradores en el repliegue. Y eso es bueno para sus prestaciones ofensivas. Pero para compensar este hecho y buscar ese equilibrio ofensivo y defensivo es necesario que los laterales aun siendo muy capaces ofensivamente limiten su actividad. No se trata de no atacar, pero sí de escoger las acciones. Otro aspecto por compensar es la constante variación de la posición de Messi, que es extremadamente positiva pero hay que equilibrar el déficit que genera. Y para ello está Rakitic, el jugador más inteligente tácticamente. Se hartó de moverse para situarse en el centro del campo y así ocupar los espacios que permitieran a los culés ser superiores en posesión y robo. La segunda línea. El Barcelona se instaló en el terreno de juego con una ansiedad desmedi- da para resolver el encuentro. Y en esa actitud destacaba la movilidad de sus jugadores, lo que posibilitó una posesión muy dinámica. El Barcelona fue muy superior a pesar de que el Depor cumplía con su actitud. No conseguían ralentizar el juego azulgrana pero se mantuvieron dignos. Y por ello fue necesario que el Barcelona extremara el factor sorpresa. Y no hay mayor factor sorpresa, no hay mayor dificultad de mar- ca que aquel jugador que llega de la segunda línea. De esta manera surgieron los primeros goles. Con la particularidad de que el mismo jugador, Messi, que iniciaba la jugada en el centro del campo, con pocos segundos de diferencia acababa rematando a gol. El primero en una asistencia extraordinaria de Rakitic, el segundo tras un pase de Neymar en una jugada más embarullada. Defender a través de la posesión. El Barça tiene dos maneras de defender, entendiendo esa actividad como aquella que permite anular las acciones ofensivas del equipo rival. Una es a través del repliegue. Un aspecto que ha mejorado con la presencia de Luis Enrique, pero que les cuesta por la mentalidad ofensiva de sus jugadores y su complexión física. La otra es a través de la presión en campo contrario. Y ayer quedó evidente que un manejo dinámico del esférico y una movilidad extrema de sus jugadores obliga al rival a acumular demasiados hombres en medio campo. Eso hace que no existan referencias para salir con el balón jugado cuando lo roban, sólo dudan y acaban regalando el esférico a los blaugrana. Un gran mecanismo para defender antes de haber perdido la pelota.
La constante movilidad de Messi es positiva, pero debe equilibrarse y para eso está Rakitic