Entre bastidores
Hay imágenes que explican mejor las cosas que las palabras. En la fotografía o el vídeo que se grabó a la salida de la reunión de Artur Mas y Oriol Junqueras conjuntamente con Carme Forcadell, Muriel Casals y Vila d’Abadal en el Palau de la Generalitat, las únicas personas a las que se veía contentas eran Carme Forcadell, Muriel Casals y Vila d’Abadal. Tanto Artur Mas como Oriol Junqueras estaban un poco cabizbajos, para decirlo de una manera coloquial. Cinco horas de reunión y discusión son muchas horas para cualquiera y también el tiempo quiere decir alguna cosa. Y según Josep Cuní en la programa de 8 al dia, el acuerdo fue que “habían quedado para volver a quedar”. En la lista que quiere hacer Mas para las próximas elecciones autonómicas del día 27 de septiembre, parece más que probable que incluya en lugares preponderantes a esas dos señoras mencionadas un poco más arriba y tal vez unas cuantas personas más de la misma cuerda. Pues vaya. Quizás CDC tendrá que decir algo al respecto, me parece a mí, por si tiene que ceder escaños para esos nombrados “independientes” que el pacto incluye.
Y ¿por qué todo eso? Pues porque Artur Mas se encaramó sobre la ola de independencia que movilizó la ANC, tal vez porque su acuerdo con ERC se tambaleaba. Es decir, quiso salvarse él por encima de su partido y así lo mostró en su discurso del Fò- rum. Ahora ERC ha vuelto a dar su apoyo a los presupuestos neoliberales de CDC diciendo que ahora discutirían partida por partida las mejoras sociales, cosa que ya podían haber hecho esos dos últimos años, cuando dieron su primer apoyo a los presupuestos pasados. Estamos donde estábamos hace dos años, con el añadido de que ahora se han colado por la puerta de atrás Carme Forcadell y Muriel Casals tal vez con un sine qua non. ¿Y ERC seguirá con el penoso papel de dar apoyo a estos presupuestos de recortes –cerrando camas de hospitales y servicios de urgencias– y a la vez siendo cabeza de la oposición en el Parlament? ¿Dónde se ha visto cosa semejante? Que yo sepa en ningún lugar ni en ninguna democracia. ¡Y lo que no sabemos!