Música electrónica de ensueño
EDGAR FROESE (1944-2015) Músico, compositor y productor alemán; cofundador del grupo Tangerine Dream
Hace una semana exactamente en su página web se podía leer una nota firmada por el grupo Tangerine Dream, donde comunicaban el fallecimiento de Edgar Froese, el compositor y músico que había cofundado el grupo en 1967. Un texto en donde se especificaba que el memorable músico había muerto el día 20 de enero en Viena de forma repentina e inesperada a consecuencia de una embolia pulmonar. Y reproducían una frase que le caracterizaba: “La muerte no existe, solo es un cambio de nuestra dirección cósmica”.
Aunque a muchos aficionados de las generaciones más jóvenes el apellido de Froese poco les debe decir, se trata de una de las figuras más influyentes no solo del rock alemán sino de la música europea de los años sesenta, setenta y ochenta del pasado siglo. Había nacido en una ciudad de la enton- ces Prusia Oriental (hoy Rusia) y aterrizó en Berlín Oeste a mediados de los años sesenta para estudiar arte, en el momento álgido de las protestas de los movimientos estudiantiles ante el “orden burgués” y la “violencia de Estado”. Llegó para estudiar arte y en 1965 ya formalizó sus inquietudes musicales con el grupo The Ones, donde ofrecían un rock y un r&b de formato convencional, con guitarras, baterías y demás. Fue en esa época, en 1966, cuando hicieron una presentación en España y tuvo la oportunidad de coincidir con Salvador Dalí –una de sus grandes referencias– en Port Lligat , quien le impulsó a adentrarse por sendas musicales más experimentales. Años más tarde, Froese aseguraría que Dalí le enseñó que “casi todo es posible en arte siempre que tengas un fuerte convencimiento de lo que estás haciendo”.
La banda se disolvió en 1967, y casi sin pausa Froese tomó una de las decisiones más trascendentales de su carrera y de su vida, al formar el grupo Tangerine Dream, que en un principio fue asociado al movimiento musical del krautrock, con cierto predicamento en el mercado anglosajón, en donde también se incluían grupos como Bauhaus, Neu! o Can. Pero ya en su segundo álbum demostraron que poco tenían en común con esos grupos, que tenían una esencia rockera, mientras que Tangerine Dream iba por otros derroteros electrónicos, interpretado con sintetizadores, y
Su encuentro con Salvador Dalí en 1966 en Port Lligat impulsó su carrera hacia lo experimental
de una sonoridad esencialmente atmosférica. Con tres álbumes como Rubycon, Phaedra y Ricochet, Froese y sus compañeros (Franke, Baumann) establecieron las bases de una música electrónica de cierto arraigo, que dio pie a subgéneros como el trance.
El grupo sufrió numerosas mutaciones y cambios, y Froese siempre permaneció en su seno hasta la actualidad, habiendo publicado cerca de un centenar de álbumes (entre ellos, una veintena de bandas sonoras de películas). Paralelamente al grupo, Froese desarrolló una intensa carrera en solitario, con alguna cima llamativa como su homenaje a la figura de... Dalí. ( Dalinetopia), en el 2005.