El PSOE frena el ruido interno para no desangrarse más ante Podemos
Los socialistas atribuyen la emergencia del partido de Iglesias a una estrategia del PP
Las dos semanas de ruido interno en el PSOE que han cuestionado el liderazgo de Pedro Sánchez han coincidido, precisamente, con el trabajo de campo de la próxima encuesta electoral del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) que se publicará en breve. Los efectos, lamentan ya en la dirección del PSOE, serán “demoledores”. Estas maniobras de desestabilización a Pedro Sánchez –alentadas por los dirigentes que apuestan por Susana Díaz como salvadora del PSOE– están “desangrando” al partido y, en la misma medida, dando alas a Podemos. La emergente formación de Pablo Iglesias consolidará así, al menos en términos demoscópicos, una ventaja electoral sobre el PSOE.
Así que en Ferraz, urgidos a apagar el incendio, prepararon minuciosamente una foto de Pedro Sánchez con Susana Díaz, al frente de todos los líderes territoriales socialistas, que ofreciera ayer una imagen de unidad de todo el PSOE frente a la marea humana que ya suponían que Podemos reuniría en la madrileña Puerta del Sol. El momento elegido era la inauguración de la conferencia autonómica que el PSOE convocó en Valencia. Pero el chasco fue supremo: una inoportuna gripe dejó a la presidenta de Andalucía fuera de combate y su ausencia alteró todo el plan y deslució el arranque del cónclave socialista.
Haciendo de tripas corazón, no obstante, Pedro Sánchez se presentó ayer en el Palacio de Congresos de Valencia, arropado por la mayoría de los líderes territoriales socialistas –fieles o críticos– y quiso exhibir la unidad del PSOE. Compartió después una comida de hermandad con todos ellos y la ejecutiva de Ferraz, con el líder de los socialistas valencianos, Ximo Puig, como anfitrión. Y también una cena.
Se escenificó, por tanto, el cierre de filas. Ayudó a ello, paradójicamente, la ausencia de Díaz. El ruido interno, según los próximos a Sánchez, se ha frenado además porque sus instigadores estarían “asustados” ante sus desastrosas consecuencias. El propio Sánchez, en todo caso, considera que estas maniobras desestabilizadoras han provocado la “indignación” de una gran mayoría de la militancia y de numerosos cargos del partido, por lo que en defi- nitiva a los críticos les habría salido el tiro por la culata al haber conseguido “reforzar” al líder. Pero de puertas para dentro. Porque la imperiosa necesidad del PSOE sigue siendo recuperar la credibilidad perdida, que su electorado tradicional vuelva a confiar en ellos y en su proyecto, y frenar además la “sangría” que les está causando Podemos.
En ausencia de Díaz, y en espera del discurso que hoy hará Pedro Sánchez –y que en su equipo confían que será “potente”–, ayer fue el presidente del Principado de Asturias, un siempre rocoso Javier Fernández, quien salió como una moto y en su discurso de inauguración del cónclave socialista cargó con dureza contra Podemos. Denunció así la estrategia “clara” que a su juicio ha puesto en marcha el PP: “Mucha coleta en televisión, para fragmentar el centro izquierda”.
Hace tiempo que veteranos dirigentes del PSOE atribuyen a Pedro Arriola –el gurú de Mariano Rajoy– la estrategia a seguir: neutralizar todo lo que surgía a la derecha del PP, con experimentos como Vox, y dar aire a todo lo que crecía a la izquierda del PSOE, capitalizado por Podemos. Una estrategia que se estaría demostrando exitosa. Javier Fernández alertó que “el miedo es el sentimiento más disolvente de la sociedad, el más paralizador, es la emoción más contagiosa que hay”. Un miedo que el PP estaría inoculando: “El miedo es el instrumento, la herramienta preferida de la derecha para construir su hegemonía y su mayoría social. Crean miedo, para luego presentarse ante los miedosos como la única fuerza política capaz de parar la amenaza que los atemoriza”. El PP estaría insuflando a la sociedad el miedo a la supuesta “radicalización” del PSOE, pero Podemos también estaría impulsando el miedo a la presunta “moderación” de los socialistas.
Al PSOE, por tanto, le estarían cercando por todos los frentes: “Nuestro adversario es el PP, pero somos el adversario de todos los partidos”, advirtió Fernández. Y apeló “a toda esa gente moderada, a toda esa ciudadanía que quiere cambiar, pero que no quiere que se rompan los equilibrios básicos de la sociedad, a todos esos hombres y mujeres progresistas se les está inyectando miedo, mediático, demoscópico y político, un miedo a la radicalización del PSOE que el PP quiere gestionar”.
El PSOE, auguró Fernández, saldrá a combatir ese miedo. Pero “sin mentir, sin engañar, sin prometer lo que no podemos cumplir”. Criticó así “las soluciones mágicas, inmediatas y brillantes” de Podemos: “¡Somos el PSOE! –zanjó– ¡No prometemos lo que no podemos cumplir!”.
Los movimientos para desestabilizar a Pedro Sánchez darán alas a Podemos en el CIS “Mucha coleta en televisión, para fracturar el centro izquierda”, denuncia el PSOE