Ley antimezquitas en Lombardía
La región más poblada de Italia, gobernada por la Liga Norte, pone trabas a la construcción de edificios de culto
En plena ofensiva global contra los terroristas del Estado Islámico (EI), se acaba de aprobar una polémica ley en Italia que puede incrementar la tensión y el recelo entre la comunidad musulmana. El consejo regional (asamblea legislativa) de Lombardía ha dado luz verde a una norma que pone serias trabas administrativas a la construcción de nuevos edificios de culto. Aunque la ley afecta en principio a todas las religiones, está claro que el objetivo de sus promotores –la Liga Norte– es impedir que se erijan mezquitas.
Lombardía, con 10 millones de habitantes, es la región más poblada de Italia, y su capital, Milán, ostenta el primado económico y albergará en mayo la Expo 2015. Mientras que la región está gobernada por una coalición de centroderecha –Liga Norte y Forza Italia–, Milán tiene un alcalde de centroizquierda. El presidente lombardo es el liguista Roberto Maroni, exministro del Interior en el último gobierno de Berlusconi y con una retórica dura ante la inmigración clandestina. Su partido ha dejado bastante de lado sus sueños independentistas y ha abrazado a Marine Le Pen y el discurso populista antieuro.
La ley aprobada prevé requisitos estrictos desde el punto de vista urbanístico para los edificios de culto, por ejemplo la exigencia de amplios aparcamientos, videocámaras de seguridad coordinadas con la policía y garantías arquitectónicas para que se respete la armonía paisajística. También se autoriza a los ayuntamientos a que convoquen consultas populares para dar o no el visto bueno.
En la práctica, estas normas harán muy difícil construir templos, sobre todo mezquitas. Representantes de la Liga Norte han dicho públicamente que el objetivo de la ley es evitar que se levanten. Pero otras minorías religiosas no católicas, como la Conferencia Evangélica, han protesta- do porque se sienten muy perjudicadas. No puede descartarse que la ley sea impugnada por presunta inconstitucionalidad.
La iniciativa de las autoridades lombardas choca con la actitud abierta y conciliadora del Ayuntamiento milanés, que dirige el abogado excomunista Giuliano Pisapia. Los responsables municipales están estudiando asignar lugares de culto para los musulmanes en tres áreas de la ciudad en las que la población de credo islámico es muy numerosa. Otras ciudades de la región, como Crema y Cantú también evalúan la construcción de mezquitas, lo cual ha llevado a la Liga Norte a tomar la drástica medida de la nueva ley.
El Partido Demócrata (PD), del primer ministro Matteo Renzi, sostiene que la norma antimezquitas será contraproducente e incluso peligrosa. Según declaró al diario La Stampa el dirigente lombardo del PD Jacopo Scardella, con la nueva ley “los centros islámicos al límite de la legalidad continuarán proliferando, mientras que aquellos que están de al- gún modo reconocidos se verán obligados a practicar en secreto, aumentando esa zona gris en la que actúan los extremistas”.
Los liguistas, por el contrario, aseguran que su voluntad no es perseguir la religión musulmana sino evitar tener en el territorio unas mezquitas que no sólo son lugares de culto sino centros de adoctrinamiento y radicalismo.
La Liga Norte, conocida por los exabruptos de tinte xenófobo de algunos de sus líderes, lleva años levantando la bandera contra las mezquitas y contra una idea de multiculturalismo que no comparte. Su tesis es que no tiene sentido aceptar mezquitas en Italia porque no hay reciprocidad, ya que algunos de los países musulmanes que financian esas mezquitas prohíben otras religiones. Los liguistas libraron durante años una batalla con el entonces arzobispo de Milán, el cardenal Dionigi Tettamanzi, por considerarlo demasiado dialogante con los musulmanes y abierto a la construcción de mezquitas.
Las medida afecta a todas las religiones pero el objetivo declarado son los musulmanes