Paso de la Comisión Europea para multar a Google
El gigante, procesado por abuso de posición, afronta 6.200 millones de sanción
Cinco años después de abrir las primeras investigaciones, la Comisión Europea está a punto de emprender un histórico proceso a Google por abuso de posición dominante que podría terminar con una enorme multa, de hasta el 10% de sus ingresos, lo que supondría unos 6.200 millones de euros. El Ejecutivo comunitario ha notificado a la compañía californiana un pliego de cargos en el que la acusa de “favorecer de forma sistemática sus propias herramientas de comparación de precios en detrimento de las de sus competidores”. El proceso al gigante de internet se ampliará con una investigación sobre An- droid, el sistema mayoritario en los teléfonos móviles y los obstáculos de los competidores de Google a la hora de instalar aplicaciones y servicios.
El paso que acaba de dar la Comisión Europea culmina un proceso emprendido hace cinco años, con Joaquín Almunia al frente del comisariado de Competencia. Su sucesora en el cargo, la danesa Margrethe Vestager, expresó ayer que el deseo del Ejecutivo de “garantizar que las empresas, con independencia de su nacionalidad, no denieguen artificialmente a los consumidores europeos una capacidad de elección tan amplia como sea posible ni paralicen la innovación”.
Con el proceso a Google, Vestager acomete, por una parte, la lí- nea firme que el gabinete de Jean-Claude Juncker quiere imponer a las multinacionales norteamericanas, con las que existe una sentimiento de agravio por la forma en que obtienen grandes beneficios en Europa con exiguas repercusiones fiscales.
Por otro, abre un contencioso en el que Estados Unidos también es beligerante en la protección a sus compañías. Aunque la propia autoridad antimonopolio norteamericana, la Federal Trade Comission (FTC), consideró en el 2012 que Google utilizó tácticas contra la competencia y abusó de su poder monopolístico de forma que perjudicó a sus competidores y a los usuarios de inter- net. Esa conclusión figura en un informe publicado parcialmente el mes pasado. Paradójicamente, todo acabó sin sanción.
Google respondió al pliego de cargos de la Unión Europea con una nota del vicepresidente de su división de búsquedas, Amit Singhal, en la que señaló que “aunque puede que Google sea el motor de búsqueda más usado, ahora podemos encontrar y acceder a información de maneras diferentes y, las alegaciones de daños relacionadas con consumidores y competidores, han demostrado ser incorrectas”.
La línea de defensa de Google es la misma que ha empleado en casos como el de su agregador de noticias Google News. Su tesis es que con sus actuaciones no sólo no perjudica a otras compañías sino que les ayuda a crecer.
Singhal se mostró irónico con algunos de sus competidores que se han quejado de Google ante Bruselas y aseguró que el portal de recomendaciones Yelp “ha experimentado un crecimiento por encima del 350% en sus ingresos a lo largo de los últimos cuatro años”; que en ese mismo periodo TripAdvisor, dedicado a alojamientos “casi ha duplicado sus ingresos”; mientras que otro competidor, Expedia, “ha aumentado sus ingresos en más del 67%”.
La Comisión Europea cree que el buscador favorece sus servicios por delante de los de la competencia