Europa pide a Turquía que reconozca el genocidio armenio
Erdogan replica que la resolución le “entra por un oído y le sale por el otro”
El Parlamento Europeo pidió ayer a Turquía que reconozca el genocidio armenio. Cuando están a punto de cumplirse cien años del inicio de la matanza, la Eurocámara aprobó ayer una resolución en la que insta al país heredero del imperio otomano a que acepte la utilización del término para describir unos hechos en los que los historiadores calculan que murieron un millón y medio de personas entre 1915 y 1923.
El centenario se cumplirá el próximo 24 de abril y la efeméride supone “una importante oportunidad”, señala el texto acordado, para que Turquía haga “las paces con su pasado” y poder sentar así las bases para una “genuina reconciliación entre los pueblos turco y armenio”.
No obstante, los eurodiputados, que rindieron un homenaje a las víctimas, celebraron que el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, y el primer ministro del país, Ahmet Davutoglu, reconocieran el año pasado las atrocidades cometidas. Lo ven como un paso en la buena dirección, a pesar de que a día de hoy las autoridades turcas se niegan todavía a admitir que lo que ocurrió fue un genocidio.
El acto de ayer no gustó nada a los mandatarios turcos. Hasta tal punto que criticaron la decisión antes incluso de conocer el resultado de la votación. No hubo sorpresas, pero Erdogan decidió saltarse los tiempos: “Cualquiera que sea el resultado, el voto del Parlamento Europeo me entrará por un oído y me saldrá por el otro”, dijo el presidente turco antes de realizar un viaje oficial al vecino Kazajistán. “Turquía no puede reconocer tal pecado. Nosotros no llevamos la mancha o la sombra del genocidio”, sentenció. Según Turquía, durante la Primera Guerra Mundial y los años posteriores, los armenios otomanos que perdieron la vida no fueron 1.5 millones, sino 500.000 personas. Una cifra que varios historiadores consideran muy por debajo de la realidad.
Los eurodiputados aprobaron el texto tan sólo tres días después del sermón dominical del papa Francisco, en el que dijo que lo ocurrido durante esos años fue “el primer genocidio del siglo XX”. Una palabras que no son ciertas –la primera masacre de este tipo ocurrió en Kenia– y que enfurecieron a las autoridades turcas. Tras las declaraciones del Pontífice, el país llamó a consultas al embajador del Vaticano en su país.
La polémica llega cuando quedan pocas semanas para que Turquía celebre sus elecciones parlamentarias y el primer ministro, Ahmet Davutoglu, aprovechó ayer un acto electoral para criticar las palabras de Francisco. Durante un evento en el que presen- tó a los candidatos de su partido, Justicia y Desarrollo, el mandatario dijo que el Papa se había unido a un “eje del mal” con su discurso del domingo.
Tras el intercambio de golpes, el portavoz del Vaticano, Federico Lombardi, tuvo que salir ayer al paso para tratar de rebajar la tensión. Desde la Santa Sede, anunció que se “limita a tomar nota” de la reacción de las autoridades turcas. “Si existen reacciones turcas, las escuchamos, tomamos nota, pero no tenemos intención de hacer polémica o crear discusiones”, comentó. Además, resaltó que en su sermón, Francisco también instó de nuevo a la reconciliación y el diálogo entre Turquía y Armenia.
Aun así, Lombardi también quiso quiso recordar que no es la primera vez que un papa se expresa en ese sentido, ya que en el pasado, también Juan Pablo II utilizó la palabra genocidio para describir la matanza de armenios otomanos.
En el texto aprobado ayer, el Paramento Europeo pidió a Turquía llevar a cabo “de buena fe” un inventario del patrimonio cultural armenio destruido o dañado durante su jurisdicción en el siglo pasado. Además, propuso establecer un “día internacional de conmemoración de los genocidios” para “recordar de nuevo el derecho de todos los pueblos y naciones del mundo a la paz y la dignidad”.
El primer ministro turco dice que el Papa se ha unido a un “eje del mal” por hablar del genocidio