Cuidar es género femenino
En las entidades de acción social, la presencia mayoritaria de mujeres las confirma como cuidadoras por excelencia, en tanto que una evidente brecha ocupacional y salarial certifica la ausencia de equidad. Siendo que constituyen un 70% de las personas que trabajan en el tercer sector, apenas al canzan un 40% enlos cargos demando, datos que hacen patente la necesidad de proporcionar a las mujeres más oportunidades. Mejora que a la vez ha de hacerse sin malograr una gran riqueza del sexo femenino: el concepto de que el amores lomejor que tenemos. Si observamos los modelos culturales femenino y masculino, advertimos que a las mujeres les corresponde el de cuidar y defender la vida, sin obviar que más allá del modelo preexiste la naturaleza, el temperamento congénito. ¿Cómo, si no, sería que los más grandes gemidos contra la guerra hayan surgido siempre de las mujeres? En contraposición, el modelo masculino se basa en la fuerza y en trabajar para conseguir dinero, en cumplir con el mantenimiento económico de la familia. Dos modelos que actualmente tienden a converger, si bien sin abandonar los rasgos sustanciales de cada uno. Ellas ya trabajan fuera de casa, y sin embargo, por encima de todo siguen ocupándose de los suyos. Ellos ya son más tiernos y colaboradores en el hogar, peroen primer término se encuentra el trabajo. El amor como la razón primordial constituye un buen lema para las mujeres, y tendría que serlo también para los hombres. Amoralos ancianos, a los niños, alos enfermos, mos, a todos aquellos que ahora son atendidos principalmente por mujeres, y continuará siendo así a menos que se impulse un nuevo patrón para los hombres. Para empezar, eliminación de la violencia en los entretenimientos. Que sea proscrita de los juegos infantiles, juveniles y de adultos; de las películas para todas las edades; de las pantallas digitales. Materias que se ofertan también a las mujeres, con la mistificación de que conducen a la igualdad, sin que se produzca una contrapartida en otro sentido para los hombres, su brío aplicado al cuidado de los demás.
Fomentar la salud, la armonía, el respeto, poner a las personas en el centro de la vida. Hacer que esa médula de las organizaciones del tercer sector forme parte también y sin salvedades del interés general, tanto de las mujeres como de los hombres.