“En el bote, nos quedamos a la deriva”
Uno de los 156 pasajeros relata los detalles del rescate en alta mar del ferry incendiado a 20 millas de Palma
Nos salvamos nosotros mismos”. Oriol Gázquez, uno de los 156 ocupantes del ferry Sorrento, que fue evacuado el martes en alta mar tras un incendio, ha relatado a La Vanguardia que el motor del bote salvavidas se paró después de alejarse 100 metros del buque de la compañía Trasmediterránea que hacía la ruta Palma-Valencia. “Nos quedamos a la deriva”, recuerda, y sin ningún apoyo de Salvamento Marítimo o de la Guardia Civil, a los que divisaron una vez estaban a bordo del Puglia de Baleària que les retornó al puerto de la capital balear. “Echamos de menos el acompañamiento de una lancha rápida que nos remolcara cuando empezamos a remar” a lo largo de 50 metros. Fueron unos momentos “bastante duros”, asegura. “No cundió el pánico” aunque “yo estaba muy nervioso”, recuerda con una sonrisa después de que sus acompañantes, una vez pasado el peligro, bromeen sobre su estado de agitación.
Según el relato de Gázquez, algo antes de las 14.00 horas, cuando se encontraba con dos acompañantes en la cafetería del buque, las luces se apagaron y la tripulación les guió hacia el exterior dirigiéndoles a la popa del barco, donde se encontraban los botes salvavidas. Allí se percataron que un humo negro y “denso” salía de uno de los garajes, el número 4, donde se originó el fuego. “Nos pusimos los chalecos y empezamos a oír explosiones. Podía haber pasado cualquier cosa”, afirma. El fuego les obligó a taparse nariz y boca con camisetas para evitar inhalar humo mientras la tripulación empezaba a probar el bote salvavidas y la sujeción de los arneses “por seguridad”. No es cierto que se encallara, afirma, como han dicho otros testigos, detallando que los trabajadores del buque les explicaron en qué consistían dichas maniobras. Entonces fue cuando el capitán por megafonía anunció: “Esto es un abandono del barco en toda regla”. 145 personas compartieron la lancha salvavidas con él. El descenso al agua fue “tenso”. La embarcación impactó contra el casco del ferry y costó que uno de los enganches se soltara pero la tripulación, afirma, pudo solucionarlo sin más problemas, hasta que se quedaron sin motor. Una vez alcanzado el casco del Puglia subieron al barco a través de unas escaleras mientras en el agua los botes del ferry de Baleària les daban apoyo. En el momento de recuperar dichas lanchas “la situación se complicó” y el barco tuvo que realizar diversas maniobras que demoraron su retorno casi dos horas.
Oriol ya está en casa, en Barcelona. Partió ayer por la tarde en avión desde Palma tras “haberlo perdido todo”, incluso el DNI que tuvo que renovarse antes de volar. “Nos querían hacer pagar”, protesta, aunque el coste del duplicado lo ha asumido Trasmediterránea. Como él, otros 75 pasajeros retomaban su camino tras pasar la noche en un hotel de Palma junto a siete afectados más mientras que 24 personas, residentes en Baleares, se alojaron en domicilios particulares.
Gázquez y sus compañeros iban a trabajar de animadores en el mismo ferry en el trayecto que debía hacer de Valencia a Eivissa y en el que estaba previsto que se desplazaran 900 estudiantes de Erasmus. Sus portátiles, el coche, la tabla de mezclas, y la iluminación se han quemado en el Sorrento. Un material cuyo valor estimado es de 90.000 euros.
Antes de evacuarles la tripulación les explicó que el incendio se había originado por un cortocircuito en un camión con cámara frigorífica que se encontraba en la bodega. Un extremo que no quiso confirmar la ministra de Fomento, Ana Pastor, quien ayer estaba en Palma para coordinar el grupo de trabajo que determinará el destino del ferry incendiado. Pastor detalló que “el fuego está muy atenuado”, lo que permitió que los técnicos pudieran acceder al barco que ha llegado a alcanzar temperaturas de 500 grados. Dichos profesionales, según la ministra, han empezado a evaluar el estado de la nave para “en una fase posterior, trasladarla a puerto” si fuera posible. Aunque el ferry está bastante escorado, no se han producido vertidos al mar de las 750 toneladas de fuel y líquidos contaminantes que transportaba el Sorrento.
La evacuación se produjo sin escenas de pánico, aunque hubo momentos tensos, según los afectados