Pendientes de Nepal
VIENE DE LA PÁGINA ANTERIOR cesidades”, añade García. Creu Roja financió el 25% de este programa, que asciende a un millón de euros; el resto lo aportaron ayuntamientos, Generalitat y empresas.
Esta organización opera en diferentes ámbitos, como la cooperación internacional, las emergencias o los rescates, pero es el de atención a los colectivos más vulnerables de Catalunya el que ha focalizado más su atención en los últimos años. El aumento del número de personas que ha traspasado el umbral de la pobreza ha obligado a Creu Roja a innovar con fórmulas como los lotes y desarrollar un sistema logístico para gestionar las donaciones. “Nos inspiramos en la metodología de las emergencias humanitarias, hicimos un estudio y concluimos que lo que más se necesitaba, lo más urgente, era alimentación infantil y también para adultos, además de pañales; compramos tráilers enteros de pañales”, detalla García.
Actualmente, cuentan con diez tipos de lotes, los pensados para el bebé, que contienen pañales, productos higiénicos (jabón líquido, champú, leche hidratante, esponja, toallitas y colonia) y alimentación infantil (leche, cereales y papillas), y los destinados a la familia. Los precios oscilan entre los nueve euros que cuesta el de limpieza del hogar y los 68 del de comida que reciben las familias de cuatro miembros una vez al mes. García precisa que estos suministros no cubren la totalidad de las necesidades y deben complementarse con alimentos frescos.
Globalmente, los diferentes programas de ayuda alimentaria de Creu Roja llegaron a 232.892 personas, en 2014, frente a las 146.796 del 2010. Una parte importante son los productos procedentes del Plan de Ayuda Alimentaria de la Unión Europa (UE) que en España gestionan conjuntamente Cruz Roja y la Federación Española de Bancos de Alimentos. Sólo en Catalunya, en 2014, ambas entidades distribuyeron comida procedente de este plan de la UE a 320.000 personas.
El reciente informe “Dignificar i defensar el dret a l’alimentació” de la Taula d’Entitats del Tercer Sector Social de Catalunya subraya que en más de 223.000 viviendas todas las personas en edad de trabajar están desempleadas. “La cronificación del paro y el hecho de que se agoten las prestaciones también explica que 217.000 ciudadanos vivan en hogares sin ninguna fuente de ingresos y, consecuentemente, con serias dificultades para costear las compras básicas”, destaca el documento.
“La gente deja de cobrar el paro y si encuentra un empleo es en precario, por lo que sigue necesitando el apoyo de las organizaciones sociales. En la sede de Creu Roja del Anoia atendemos a muchos desempleados, si consiguen que los contraten es a media jornada y con sueldos de 400 euros al mes”, cuenta Enric Morist, de 79 años, que lleva más de 60 como voluntario de esta entidad. Morist es el encargado del almacén de La Pobla de Claramunt. “Somos un grupo de diez voluntarios que venimos cada mañana, si no fuera por los volun-
“Hemos rechazado cocos, paraguas, ropa infantil, zumos a punto de caducar...” Un almacén vecino alberga mantas y lotes de higiene y de cocina para mil familias