Los toros como pasión
JUAN LÓPEZ, ‘JUANELE’ (1928-2015)
JDecano de los crítico taurinos de Catalunya uan López, Juanele, que acaba de fallecer en Barcelona, era un autodidacta al que resultaba estrecha la acepción académica: “aquel que se instruye por sus propios medios”. Porque buscó los conocimientos a partir de una voluntad indesmayable y una pasión irrenunciable, que le acompañó hasta el final: los toros.
Juanele llegó a Catalunya a principios de los sesenta del anterior siglo como tantos otros andaluces como él, o extremeños, o murcianos, o aragoneses... buscando una vida mejor construida a partir del esfuerzo, hecha de renuncias materiales y que luchaba contra el desarraigo de los orígenes hurgando en la memoria del alma. Y ya no se movió de Barcelona, una ciudad que era como bocanada de aire nuevo en la irrespirable y gris España del franquismo.
Sin perder jamás el inconfundible acento andaluz, Juanele se buscó la vida, si como tal se entiende trabajar con la dignidad como divisa. Pronto encontró la forma de dar cauce a su afición taurina y su natural vocación por explicarla y empezó a colaborar en diversos medios tanto de España como de Portugal e incluso América Latina. Eran años en que Barcelona era la capital taurina del mundo, con Las Arenas y La Monumental llenas en las tardes de toros, jueves y domingos, aunque, paradójicamente, también fueron los del inicio de un declive que está en la raíz de la prohibición política vigente desde hace cinco años.
Tiempos de un Chamaco que daba paso a El Viti, Diego Puerta, Paco Camino, Antoñete...y ¡ay! El Cordobés. Años del primer turismo y, con él, una Fiesta que poco a poco iba dejando jirones de autenticidad por un camino del que se alejaban los aficionados.
La crítica taurina catalana –“crítica, que palabra tan fea”, sentenció en su día el Faraón de Camas– siempre ha tenido grandes firmas, en aquellos años nada menos que Néstor Luján en La Vanguardia, entre otros. Como más tarde Mariano Cruz, Juan Segura Palomares, Pau Nadal, Ángel Cebrián, Juan Soto Viñolo, Antoni González... y, entre todos ellos, la figura menuda, el gracejo de Juanele, al que en los últimos años acompañó una sordera que aún lo hacía más entrañable.
Durante más de 25 años dirigió el programa, que sigue en antena, Tendido 5 (el que, en La Monumental, ocupaban los aficionados más exigentes) y la revista anual Caireles, la única que se edita en Catalunya. Fue también autor de diversos libros taurinos entre los que des-
Colaboró en diversos medios, tanto de España como de Portugal e incluso de América Latina
taca la biografía de Francisco López. Parejito, torero nacido en Lucena que alcanzó cierto nombre y que en 1925 tomó la alternativa de manos del gran Ignacio Sánchez Mejías.
Premiado por peñas y entidades taurinas de toda España, distinguido por la Federación de Entidades Taurinas de Catalunya y la Federación Taurina Española, Juanele, hombre de ideas progresistas, se ha ido sin poder volver a ocupar su localidad en los tendidos de La Monumental abierta de nuevo al toreo.
Amigo Juanele, lucharemos por ello.
PACO MARCH