Kazushi Ono, entusiasmo en la OBC
La orquesta encara el curso 2015-16 con 80 obras sinfónicas y un montante de solistas entre los que está Lang Lang
Kazushi Ono está que no cabe en sus zapatos ante su inminente llegada a la OBC. Ayer presentó la temporada de la orquesta 2015-16 y se mostró “orgulloso de compartir la creatividad que caracteriza Barcelona”. El director japonés alucina con la jovial imagen escogida para la portada del programa, con él mismo asomado a las ventanas de un edificio de Gràcia junto el resto de la orquesta. “Es original, llena de emoción y sensibilidad... Habéis logrado tras los Juegos Olímpicos crear un movimiento cultural –dijo–, mi entusiasmo será fácil del contagiar”.
Musicalmente, Ono ha escogido Brahms como base sinfónica de esas cinco temporadas frente a la OBC. Es importante tocar el núcleo del repertorio, recuerda, y aunque podría haber optado por Beethoven, el hecho de que Brahms tenga sólo cuatro sinfonías lo hacía todo más coherente: su plan es hacer una por temporada. “Es una forma de compensar el repertorio contemporáneo, que será un tercio. Para lograr el equilibrio, las sinfonías deben ser realmente sinfónicas, deben funcionar como una arquitectura, como una base gaudiniana”.
Como ya anunció La Vanguardia el 19/IV/2015, Ono debutará como titular de la OBC de manera insólita, con el concierto del 20 de septiembre en la Sagrada Família (con el Réquiem de Fauré) que está abierto a la ciudadanía, y al que se podrá optar mediante sorteo, registrándose del 18 de mayo al 18 de junio en las web Auditori.cat, SagradaFamilia.cat o LaVanguardia. com. A la semana siguiente, el maestro nipón dirigirá el concierto inaugural en L’Auditori con una de las piezas del sinfonismo francés que tiende a bordar: el Daphnis et Chloé de Ravel en la versión completa para orquesta y coro, y con Vadim Repin al violín. Y sonará también la primera de las obras que Hèctor Parra creará como compositor residente de L’Auditori.
Ono dirigirá otros cuatro programas –“serán seis a partir de la siguiente temporada, más dos del proyecto educativo”, se excusa–, con la 4ª de Brahms y el Manfred de Montsalvatge. “Seguiré con la estrecha relación con el repertorio catalán”, dice. Luego llegarán la 5ª de Prokófiev y el concierto para cello de Dvorák con Gautier Capuçon; la 39ª de Mozart y la 13ª de Shostakó- vich (en lugar del programado L’enfant et les sortilèges de Ravel), y el concierto de clausura con la Misa de Bernstein, una traca final que nunca se ha escuchado en Barcelona y que incluye instrumentos de rock, cuatro coros y al barítono William Dazeley. “Es el mensaje de vida que quiero mandar”, dice Ono.
Otra novedad: Jordi Savall dirigirá por primera vez la OBC, que estará al servicio de la música antigua (Bach, Mozart, Salieri, Händel). Y
L A S C I F R A S El presupuesto artístico de la temporada 2015-16 de la OBC es de 2.373.000 euros, 300.000 más que el año anterior, por los proyectos que incluyen coros o mayor calado orquestal. El nuevo abono de seis conciertos atrajo la temporada en curso a 900 personas. Menores de 35 años. Con la ampliación del precio de 18 euros se atrajo este año a 1.500 menores de 35 años. Lang Lang se estrena también como solista de la formación, dirigiendo a la vez. Otros solistas serán Joshua Bell ( Sinfonía española de Lalo), Alisa Weilerstein ( Concierto para cello núm. 2 de Shostakóvich); Isabelle Faust ( Concierto núm. 1 para violín de Prokófiev) o Cañizares ( Concierto de Aranjuez). Habrá ballets, como el Romeo y Julieta de Prokófiev dirigido por el mestre Brotons, El pájaro de fuego con el joven Lionel Bringuier a la batuta, o El amor Brujo, con Albert Guinovart al piano. También al piano dará Alexei Volodin un Festival Gershwin y por Navidad habrá un especial Broadway.
Ojo a las músicas de películas: se escuchará la de Gladiator (de Hans Zimmer y Lisa Gerrard), Piratas del Caribe y la música de Danny Elfman para los filmes de Tim Burton.