Mejor municipio
El año 1968 el filósofo y sociólogo francés Henri Lefebvre escribió el libro El derecho a la ciudad. Nacido en 1901, vivía en una sociedad abocada a la producción industrial y el capitalismo competitivo, donde el fenómeno urbano había cogido dimensiones globales. Convencido de que aquel momento suponía un punto crítico en la evolución de las ciudades, definió un concepto hasta entonces nunca expresado: el “derecho a la ciudad”. Así, repensó el modelo urbano y recuperó el papel que debían tener las personas. En nuestro país este pensamiento sirvió de base para que, al llegar la democracia, se desarrollara un modelo de éxito de ciudad que ha llegado hasta ahora.
Hoy en día los cambios sociales, económicos y políticos que vivimos, los nuevos mecanismos de participación, la imparable liberalización de actividades y el empobrecimiento de muchos ciudadanos han hecho que los problemas, necesidades e ilusiones de las personas hayan cambiado. Estamos de nuevo en un punto crítico y tienen que saber adaptarse.
Las elecciones municipales son una oportunidad para este debate. Por eso el Col·legi d’Arquitectes quiere promover el máximo consenso entre las fuerzas políticas, poniendo al alcance de todos la propuesta “Construir mejores municipios”, donde se tratan cuestiones que afectarán a las próximas generaciones. Es el momento de tomar decisiones colectivas con la participación de la ciudadanía y la implicación de los profesionales. Los arquitectos, comprometidos con este reto, aportamos nuestros conocimientos y la voluntad de ser útiles. Para construir mejores municipios hace falta:
Redefinir los objetivos con una perspectiva social que priorice los instrumentos de reequilibrio y la dinamización económica, confiando en la rehabilitación y renovación urbanas.
Mejorar los mecanismos de transformación y planeamiento urbano para evitar o minimizar la ocupación de nuevos suelos.
Hacer posible el acceso a la vivienda digna y adecuada. Es necesario dar respuesta a una sociedad cada vez más diversa, resolver los déficits de habitabilidad y actuar sobre las viviendas sobreocupadas y vacías.
Intervenir en el parque de edificios bajo criterios comunes basados en la identidad de las personas y la de su municipio, la cohesión social, la salud, la sostenibilidad, la accesibilidad y la seguridad.
Finalmente, seguir mejorando el espacio público, exigiendo una arquitectura bien relacionada con el entorno, promoviendo su ejemplaridad y el valor que tiene como espacio de todos y para todos.
El derecho a la ciudad es el derecho a tener un escenario que nos permita disfrutar de muchos otros derechos. Recuperando a Lefebvre, “el hombre tiene que ser el protagonista de la ciudad que él mismo ha construido”. Hagámoslo, entre todos, posible.
El derecho a la ciudad es el derecho a un escenario que nos deje disfrutar