Yihadistas de Dinamarca cobraban el paro mientras luchaban en Siria
Dinamarca cuenta con una de las coberturas de desempleo más generosas del mundo. Por esto, la indignación ha sido grande al descubrir que unos 32 combatientes extranjeros procedentes de Dinamarca siguieron cobrando el paro mientras luchaban en Siria por la yihad.
Así lo reconoce un documento gubernamental filtrado esta semana a los medios de comunica- ción, en el que se especifica que los servicios de inteligencia han advertido al Ministerio de Trabajo de la existencia de estos casos. Se estima que los combatientes llegaron a percibir unas 378.000 coronas (51.000 euros) en prestaciones de desempleo.
Una de las claves del éxito del modelo laboral danés es la combinación de aspectos considerados liberales, como la facilidad por parte del empresario para contratar y despedir, con una amplia protección social en caso de des- empleo. Una fórmula que, en teoría, se completa con un sistema público de seguimiento, formación continua y recolocación cuyo objetivo es, precisamente, evitar fraudes como estos.
Los organismos encargados de comprobar que los parados se encuentran físicamente en el país y disponibles para el mercado laboral sólo fueron capaces de detectar a uno de los 32 yihadistas. El resto fue descubierto por los servicios de inteligencia.
Lo ocurrido ha desatado las crí- ticas del Partido del Pueblo Danés, una formación contraria a la inmigración, que ha arremetido contra la “despreocupación” con que el Gobierno afronta el problema del yihadismo.
El debate ha cobrado especial relieve a raíz del atentado islamista perpetrado en Copenhague el pasado febrero, el primero que sufre este país en su propio terri- torio. El ataque es utilizado como argumento entre los que piden más mano dura contra los jóvenes radicalizados.
Tras el atentado, el Gobierno anunció un ambicioso plan e importantes recursos económicos para combatir el terrorismo. Recientemente, el país también ha aprobado una ley que permite retirar el pasaporte a quienes se dispongan a viajar a Siria, Iraq u otras zonas en conflicto.
Dinamarca, sin embargo, también apuesta por la rehabilitación y ya hace años que lleva adelante un programa pionero en el mundo para intentar desradicalizar a los yihadistas. Una política que, con las elecciones generales a la vuelta de la esquina, vuelve a situarse bajo el escrutinio público.
Unos 32 combatientes islamistas llegaron a cobrar 51.000 euros por desempleo cuando hacían la guerra