De benedictina a candidata
Teresa Forcades
La comparación entre Teresa Forcades y Lucía Caram es casi inevitable. Ambas son monjas de clausura, residen en conventos de Catalunya, tienen la misma edad y se han comprometido con una iglesia de los pobres. Las dos tienen un fuerte tirón mediático, pero ahí se acaban las coincidencias.
Teresa Forcades nació en Barcelona, en 1966, donde estudió Medicina. En 1992 se traslada a la Universidad de Nueva York para cursar la especialidad de medicina interna y posteriormente realiza un Master of Divinity, en Harvard. De regreso a Catalunya ingresa en el monasterio de Sant Benet, de Montserrat, pero seguirá con sus estudios. Se doctora con una tesis sobre las medicinas alternativas y obtiene la licenciatura en Teología con una tesis sobre el misterio de la Trinidad.
En el 2006 publica Els crims de les grans companyies farmacèutiques (que será traducido al castellano y al inglés), un tema sobre el que volverá a la carga cuando surge la gripe A. Es cuando su nombre empieza a aparecer en debates encabezando la oposición a la vacunación obligatoria y sembrando dudas sobre sus efectos reales, lo cual le granjeó la animadversión de una parte importante de la clase médica. Sus libros La teologia fe- minista en la història (2007), Ser persona, avui (2011), Converses amb Teresa Forcades (2012) y És a les nostres mans (2014) han aumentado su crédito intelectual. Y una investigación de postdoctorado en la Universidad Humboldt de Berlín para profundizar en “el diálogo entre la noción teológica de la persona y las nociones de subjetivación de ciertas antropologías contemporáneas”.
Pese a su apariencia endeble ha demostrado un empuje y una decisión constantes. Sus discrepancias con la jerarquía eclesiástica, su feminismo y opiniones puntuales, su admiración por Chávez, la han convertido en un referente de la izquierda alternativa y del cristianismo más comprometido.
En el 2013 impulsa junto a Arcadi Oliveres, presidente de Justícia i Pau, el manifiesto del Procés Constituent, que ha recibido más de 47.000 adhesiones. La semana pasada trascendió su oferta a Procés Constituent para encabezar una lista de la izquierda soberanista en Catalunya a la que invita a integrar a ICV, EUiA, Podem y la CUP. También ha aclarado que hubiese querido postularse como monja en activo, pero que la comunidad le ha advertido que no lo veía posible. Ante esta disyuntiva, sopesa solicitar una exclaustración temporal a la orden benedictina –cuando se convoque el 27-S–, que deberá contar con el beneplácito vaticano, para dedicarse a la política por un tiempo mínimo de uno o dos años. Su decisión puede suponer un alivio tanto para la comunidad como para el obispo de Sant Feliu de Llobregat, Agustí Cortés, del que depende el monasterio. Fuentes eclesiásticas ven complicado un retorno a la disciplina monástica y de clausura, pero ya se sabe que la fe mueve montañas.
Teóloga e intelectual, destacó en su lucha contra las farmacéuticas y lidera Procés Constituent