La España de Cameron
El PP ha comenzado a soñar con el efecto Cameron (David, no James, pues el segundo es el director de Titanic, lo que tendría un negativo valor premonitorio). Pero los populares ya saben que el sistema español no otorga mayorías absolutas con el 37% de los votos (aunque el PSOE la acarició en 1989 con el 39,6%, gracias a una oposición a izquierda y derecha muy fragmentada). Aun así, un resultado a la británica (PP, 36,9% y PSOE, 30,4%, lo que dejaría un espacio reducido a Podemos, 10%, y Ciudadanos, 7%) situaría al PP en una posición muy confortable para aspirar a la continuidad en el Gobierno: 160 escaños y la opción de sumar la mayoría absoluta con CiU, PNV y CC, o con Ciudadanos y los diputa- dos vascos y canarios (véase el gráfico). Y en el caso de que el PSOE no igualara el resultado de los laboristas y se quedase en el 24% que le otorga el último sondeo del CIS (con el sobrante a beneficio de Podemos y C’s), el hemiciclo dejaría a Rajoy con 164 escaños y la posibilidad de sumar la mayoría absoluta alternativamente con CiU o con Ciudadanos.