La Vanguardia (1ª edición)

Pulsión y miedo del cambio

-

Fernando Ónega Esta campaña no ha sido buena ni mala. No merece grandes elogios ni enormes reproches. Tuvo sus dosis de miedo, como todas, y, como siempre, a cargo del partido gobernante, que llevó al máximo su arriesgada idea de monopolio del sentido común. Tuvo elevadas dosis de demagogia, sin diferencia­s entre derecha e izquierda. Tuvo propuestas razonables y propuestas de difícil cumplimien­to, como rebajar el IBI a la mitad. Tuvo sus exageracio­nes, como plantear el retorno del País Vasco y Navarra al régimen fiscal común. Tuvo sus contados momentos de brillantez, sus situacione­s cómicas y demasiadas caídas en el tedio por la repetición de mensajes. Y estuvo marcada por el predominio de las encuestas sobre las ideas, el cálculo de pactos futuros sobre los programas y algo también habitual, la promesa de rebajar impuestos, aunque siempre acabamos pagando más.

Por debajo de esos signos visibles, la corriente subterráne­a: la pulsión del cambio, la resistenci­a al cambio y el miedo al cambio mismo. Creo que esos han sido los tres grandes factores profundos de la campaña. Se palpa la necesidad de cambiar, pero no se sabe hacia dónde ni dirigidos por quién. A sus principale­s impulsores, los emergentes, les falta todavía el pequeño detalle de la confianza social y el principal detractor, que es el PP, aún mantiene la fuerza de aglutinar a quien tiene algo que conservar. Ese es el estado de opinión que deja esta campaña. Y es el punto de arranque de la siguiente. Ha sido como un ensayo general.

Se palpa la necesidad de cambiar, pero no se sabe hacia dónde ni dirigidos por quién

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain