¿Tendrá efecto la campaña?
Astrid Barrios Aunque las campañas electorales cumplen diversas funciones, entre ellas las funciones legitimadora, informativa y de agregación de intereses, cuando hacemos balance y nos preguntamos por la utilidad de las mismas nos estamos preguntando, básicamente, por su incidencia en el sentido del voto.
Hace tiempo quedó demostrado que en las sociedades democráticas la propaganda política no ejercía un efecto manipulador, que la mayor parte de los ciudadanos tenían lealtades partidistas fuertes y que el sentido de su voto ya estaba decidido de antemano. Por este motivo se impuso la idea de que las campañas tenían unos efectos mínimos. No servían para hacer cambiar de opinión a los electores sino para reforzar sus convicciones, y a lo sumo, ayudaban a decantar a los indecisos.
Pero en un contexto como el actual en el que las lealtades partidistas se han debilitado y en el que, como revelan las encuestas, hay muchos indecisos, las campaña se revalorizan. Los partidos lo saben y no sólo buscan movilizar a los suyos sino sobre todo captar la atención de los indecisos. Jaume Collboni, candidato socialista a la alcaldía de Barcelona, probablemente el partido que más votantes fieles ha perdido, lo tiene claro y gastó su minuto final del debate televisivo interpelando directamente a los indecisos. Son ellos los que van a decantar los resultados de este domingo.
Unos resultados que nos dirán si las campañas, a partir de ahora, van a tener unos efectos máximos en el sentido del voto.
Los resultados nos dirán si las campañas van a tener unos efectos máximos en el sentido del voto