Realidades paralelas

El presidente Rajoy, haciendo campaña en Pamplona, dijo a los asistentes que la gente ya no habla de recesión, rescate o paro. Esta era sólo la introducción para listar toda una serie de cifras económicas que muestran según él, el Gobierno y su partido, que –gracias al trabajo que han hecho– España “va bien”.

Evidentemente la polvareda fue tal que esa misma tarde ya había sacado de su discurso el paro, aparte de cargarse de razones con más cifras “buenas” con las que convencer a la ciudadanía de que la realidad que sufren cada día no existe; sencillamente nos la inventamos.

No sólo muchas familias se enfrentan diariamente a una realidad muy dura, sino que además ven amenizado el entorno, semana

C. SÁNCHEZ MIRET, tras semana, con una serie de noticias que muestran cómo de bien va el país para algunos; lo que nos deja también claro porqué va tan mal para los demás. Sólo tres apuntes de esta última.

Más casos de presuntas malas prácticas que se han destapado alrededor de dos candidatas del Partido Popular que no necesitan presentación: Rita Barberá y Esperanza Aguirre. La primera por facturas de gastos a cargo del consistorio y la segunda por subvenciones de la administración pública a su marido.

El gasto a Eurovisión, no tanto por el volumen total, que también, sino porque para dos días de gala el presupuesto para Edurne, la representante española, le ha permitido comprar 28 pares de zapatos. Espero que no sea verdad, porque se ha dicho que supone un total de 50.000 euros a añadir a los más de 300.000 euros invertidos. Y en último lugar, en Catalunya, si ya es bastante difícil tener trabajo, lo es más conservarlo si necesitas llegar con el servicio de cercanías de Renfe. Siempre tienen una excusa pero siempre también seguimos en el mismo sitio; es decir, con un servicio anacrónico que maltrata, día sí y día también, a los usuarios.

Aunque la lista de Rajoy es más larga que la mía, no es más significativa. De hecho hay un indicador clave de cómo va España y de cómo ha ido estos últimos años. La OCDE acaba de publicar, también esta semana, que España es uno de los países donde más crece la desigualdad. Estamos en el tercer lugar, después de Grecia y Portugal. Podemos estar contentos porque hemos subido al podio. Ya tienen la medalla que se merecen, la lástima es que seremos nosotros quienes la llevaremos colgada al cuello.