Entre el anzuelo y el boicot
“En 1950, cuando se convocó por primera vez, se podían presentar libros en castellano y en catalán al premio de poesía Ciudad de Barcelona. En la lista de participantes encontramos el nombre de Manuel de Pedrolo, con Simplement sobre la terra, y –ya es harto sorprendente– Viatge d’un moribund, de Joan Sales, el volumen con las poesías de guerra y de exilio del autor de Incerta glòria. (...) En las convocatorias siguientes, apenas hay media docena de nombres conocidos (...): bien poca cosa. Sagarra fue el único gran nombre de la poesía catalana de antes de la guerra que se presentó a los premios Ciudad de Barcelona. En la lista de participantes no están Riba, Foix, Marià Manent o Tomás Garcés. (...) El boicot contra el premio era total”. (Julià Guillamon, Joan Perucho, cendres i diamants, pàgina 281).